Puigdemont se da cinco días para anunciar el sustituto de Sànchez
Carles Puigdemont planea comunicar su plan C entre el lunes y el miércoles. El expresidente escogerá, esta vez sí, a un candidato que pueda ser investido
Junts per Catalunya (JpC) tiene una digestión pesada. No está siendo sencillo para la heterogénea formación soberanista hacer sitio en el estómago al primer plato de la investidura (Carles Puigdemont) ni al segundo (Jordi Sànchez). Pero, al parecer, el bicarbonato está llegando a Bruselas para proceder con los postres: Jordi Turull es el favorito y Puigdemont se encargará de comunicarlo entre el lunes y el miércoles.
Después de dilapidar horas, días y semanas en conversaciones a tres bandas, los negociadores de JpC, ERC y CUP han trazado un plan para servir los postres sin que se caiga el camarero. Fuentes de la negociación consultadas por Economía Digital dan por seguro que Puigdemont optará, esta vez sí, por un candidato que pueda ser investible (a diferencia del plan A y del plan B). Y explicaron que si no se ha hecho hasta ahora es porque Puigdemont y su entorno necesitan tiempo para digerir su pérdida de influencia.
Puigdemont ha querido ganar tiempo, pero su tiempo se acaba
La CUP marcó el camino a JpC al recordar esta misma semana que la manera para garantizarse la investidura consiste en que Puigdemont y Toni Comín renuncien al acta de diputado, ya que así serían sustituidos por dos diputados con capacidad de voto y la mayoría soberanista sería operativa. Y esto es lo que acabará ocurriendo, según fuentes conocedoras de las conversaciones a tres bandas.
Existe un acuerdo entre las partes, aseguran las mismas fuentes, para que el tercer candidato no tenga ningún impedimento legal para ser escogido presidente de la Generalitat en el Parlament de Cataluña. Pero antes de anunciar al escogido, JpC quiere alargar unas horas el episodio de Jordi Sànchez para esceneficar que su elección no fue una frivolidad.
El factor de los tribunales
JpC comienza a asumir una obviedad y es que el Tribunal Supremo no tiene ninguna fecha límite para pronunciarse sobre la situación de Sànchez como aspirante a la investidura. Esto, por tanto, significa un bloqueo indefinido. Ante esta situación, los negociadores advierten de una dificultad añadida y es que el Tribunal Constitucional podría pronunciarse en breve y sentenciar que la primera investidura ya puso en marcha la cuenta atrás de las elecciones y que tan sólo quedan un par de semanas para una convocatoria automática.
Todos estos elementos estuvieron sobre la mesa de los negociadores este viernes, cuando volvieron a producirse contactos entre JpC, ERC y la CUP. Aunque se consiguieron pocos avances concretos y aunque el ritmo negociador fue prácticamente estático, las partes están convencidas de que el acuerdo se producirá en breve.
Puigdemont evitó abordar la crudeza de la situación en la última reunión en Bruselas
Lo cierto es que Puigdemont no quiso abordar en la reunión de esta semana en Bruselas la crudeza de la situación ante todo el grupo parlamentario. En términos informales, dio un tímido paso de cara a acabar tirando la toalla como diputado.
Pero, formalmente, pidió a los suyos que mantuvieran en pie la candidatura de Sànchez. Hoy, este ejercicio es simple apariencia política. La convicción unánime es que los soberanistas no se pueden permitir ir a elecciones porque «las perderíamos». En consecuencia, la cocina prepara ya los postres.