JxCat reactiva al “candidato” Puigdemont
Los posconvergentes amagan con la posibilidad de que el expresident vuelva a presentarse a unas elecciones catalanas si consigue la inmunidad
Copados los titulares por sus socios de ERC, porque es de ellos de quien depende que Pedro Sánchez reedite la presidencia del Gobierno, Junts per Catalunya (JxCat) maniobra en plena negociación entre los socialistas y los de Oriol Junqueras para intentar que la agenda política vuelva a pasar por manos posconvergentes, y amaga de nuevo con la posibilidad de que el expresident Carles Puigdemont vuelva a ser candidato en unas elecciones. En este caso, si llega a haber adelanto electoral en Cataluña, un escenario del que JxCat siempre ha renegado pero que podría precipitarse si el president Quim Torra es condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por desobediencia y, en consecuencia, inhabilitado.
La encargada de lanzar el nuevo globo sonda, curiosamente, fue la diputada en el Congreso Laura Borràs, que es quien más ha sonado en las últimas semanas como futura candidata posconvergente a la presidencia de la Generalitat. Borràs compareció para dar cuenta de la reunión de coordinación que JxCat mantuvo en Bruselas, encabezada por Torra y Puigdemont, y, al ser preguntada por la posibilidad de que este último vuelva a concurrir a unas elecciones catalanas en caso de obtener inmunidad en tanto que eurodiputado electo, Borràs deslizó: “el presidente Puigdemont es nuestro candidato de manera permanente”.
La clave que se supone que posibilitaría ese nuevo comeback del expresident con el que vuelve a amagar JxCat es que la semana que viene el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) determinara que la inmunidad de Junqueras como europarlamentario debería haber entrado en vigor tras las elecciones europeas del 26-A, con independencia de que no haya podido tomar posesión de su escaño en la Eurocámara.
La candidatura de Puigdemont implicaría renunciar a los de los postulados que JxCat ha vendido durante meses como firmes
Esa eventual resolución ya no tendría vigencia en el caso del líder de ERC, al encontrarse ya condenado en firme por el Tribunal Supremo, pero sí en el de Puigdemont y el exconseller Toni Comín. Y esa inmunidad facilitaría que el primero pudiera hacer campaña incluso pisando territorio español sin riesgo a ser detenido. Y también que pudiera renovar su DNI, que caduca en febrero, asunto no menor porque con el carné caducado en teoría tampoco podría ser elegible. Pero el de un Puigdemont candidato sigue siendo un escenario altamente improbable.
Para empezar, implicaría renunciar a dos de los postulados que en JxCat se han vendido durante meses como firmes. El primero, anunciado por el propio Puigdemont cuando decidió presentarse a las europeas. Entonces, el expresident, y con él su formación, dio carpetazo se suponía que definitivo a la idea de ser restituido al frente de la Generalitat. Dijo que Europa era para su carrera política “una estación final”, no de “enlace”, y que ya no tenía ningún interés en volver a ser candidato en unas elecciones al Parlament». Y entonces ya sabía que el escaño en Bruselas comportaba la inmunidad.
El segundo replanteamiento que supondría la reactivación de Puigdemont como candidato sería el de la rotunda negativa a adelantar elecciones que Torra ha convertido en bandera cada vez que en ERC ha abogado por ese anticipo electoral, algo que los de Junqueras llevan haciendo desde el verano.
La inmunidad de Puigdemont, prerrogativa revocable
Un viraje de ese calado podría justificarse alegando, como ya hizo este lunes Borràs, que la inmunidad abriría «un nuevo escenario». Pero, en todo caso, la eventual inmunidad de Puigdemont es fácilmente revocable. Basta con que así lo decida la Eurocámara a instancias del Tribunal Supremo (TS), que ya contempla plantear un suplicatorio en ese sentido, así que el expresident podría convertirse en un candidato fugaz que no llegara a los comicios, como pasó con Junqueras y el resto de líderes condenados por el Supremo que iban a concurrir a las elecciones del 10-N.
Todo eso, claro, si la resolución del TJUE acaba dando la razón a Junqueras y, de paso, a Puigdemont y Comín, algo que está por ver. El fallo está previsto para el jueves día 19, tres días después de la fecha en que se espera también la decisión de la justicia belga sobre la nueva euroorden emitida por el Supremo contra el expresident, esta vez por delitos de sedición y malversación. Esas dos fechas condicionan cualquier estrategia indeependentista, tanto la de JxCat como la de ERC. Y, de paso, también la investidura de Sánchez. Es decir, toda la agenda política española.
Las promesas no consumadas de Puigdemont
La improbabilidad, de todos modos, nunca ha frenado a JxCat a la hora de hacer promesas relacionadas con el expresident. Los posconvergentes ya amagaron primero con una investidura a distancia finalmente abortada en el Parlament, y después, con que acudiría a Madrid a recoger su acta de eurodiputado, cosa que tampoco hizo. Es más, a principios de julio, también amagó hasta última con acudir a Estrasburgo para encabezar una protesta organizada por el llamado “consejo para la república” –que él preside- precisamente porque no le habían dejado tomar posesión de su escaño en la Eurocámara, y finalmente, no piso suelo francés, como era de esperar, para evitar ser detenido.
De hecho, este mismo lunes, y en la misma rueda de prensa en la que Borràs abrió la puerta a un nuevo asalto electoral del expresident, el portavoz de JxCat en el Parlament, Albert Batet, fue aún más lejos e insinuó que un Puigdemont con inmunidad podría incluso aspirar a ser investido president —se supone que en caso de inhabilitación de Torra—, algo para lo que tendría que acudir presencialmente al Parlament. Lo hizo recordando que sigue siendo diputado de la cámara catalana, y que ya no está suspendido como tal.
Lo que obvió Batet es que la condición de eurodiputado es incompatible con mantener un escaño en una cámara nacional o autonómica. Es decir, que para acudir a una eventual sesión de investidura, Puigdemont debería renunciar en cualquier caso a su condición de eurodiputado y, en consecuencia, a su sobrevenida inmunidad, sin la cual volvería a poder ser detenido en cuanto pusiera un pie en España.
Batet y Borràs, por cierto, salieron en rueda de prensa aunque no estaba previsto que fueran ellos quienes lo hicieran. Como recordaron varios informadores que protestaron por el cambio, JxCat había anunciado que quien daría cuenta de su encuentro en tierras belgas serían Torra y Puigdemont. Solo a última hora se anunció que ninguno de los dos comparecería ante los medios.