ERC descarta una investidura de Sánchez antes de fin de año
Esquerra sitúa el horizonte de un posible acuerdo en enero y avisa al PSOE de que desista de nuevos recursos judiciales contra el independentismo
Los intentos del PSOE para acelerar las conversaciones con ERC y forzar una investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno antes de fin de año resultarán estériles. Así al menos lo ha dejado claro Esquerra, que ha salido al paso de las voces que desde las filas socialistas insisten en la viabilidad de una investidura exprés y ha enfriado definitivamente esa posibilidad. Los republicanos insisten en que no tiene prisa y consideran «casi imposible» que pueda cerrarse un acuerdo antes de enero.
Los socialistas y los de Oriol Junqueras celebrarán este martes una tercera reunión, esta vez en horario matinal y en Barcelona, pero la portavoz de ERC, Marta Vilalta, que forma parte del equipo negociador de la formación junto a Gabriel Rufián y Josep Maria Jové, subrayó este lunes que las posturas todavía están lejos, e insistió en lo ya expresado la semana pasada por el hombre fuerte de la formación en el gobierno catalán, el vicepresident Pere Aragonès, que ya advirtió que prefería «un buen acuerdo» a uno «rápido».
De hecho, Vilalta dio por descartado que el encuentro de este martes sea el definitivo. No directamente, pero sí al admitir que hay dos decisiones que se esperan para la semana que viene que condicionarán las negociaciones: la de la justicia belga sobre la posible entrega de Carles Puigdemont a las autoridades españolas, prevista para el día 16, y la del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el alcance de la inmunidad de Junqueras, que emitirá su resolución el jueves 19.
En todo caso, ERC insiste en que tiene tres objetivos de cara a la cita de este martes: concretar la mesa de negociación que plantea para dirimir «el conflicto entre Cataluña y España», exigir «respeto para las instituciones catalanas y sus máximos representantes» y dejar claro, precisamente, que «no se puede negociar con prisas».
ERC lanza avisos al PSOE
Este mismo lunes, el conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch, también de ERC, abrió la puerta además a hablar de los presos en la negociación. Preguntada por esa posibilidad, Vilalta tiró de ambivalencia: «Nosotros hemos explicitado la situación de excepcionalidad democrática y de represión, y hemos sido avalados por Junqueras, que está en prisión, y por Marta Rovira, que está en el exilio», zanjó.
Lo que sí remarcó la portavoz independentista es que activar «la vía política» para afrontar la crisis catalana equivale para ERC a «desactivar la judicial». No aclaró si eso comportará la exigencia de que el Gobierno retire recursos ya presentados ante el Tribunal Constitucional, pero advirtió al PSOE que presentar otro complicaría las conversaciones. «Si hay voluntad de negociar se tiene que notar, tiene que haber gestos, una demostración», argumentó. «No hay nadie mejor que el PSOE y el Gobierno español para demostrar que van en serio y realmente quieren cambiar de carril».
Eso vale para el posible recurso contra la moción de respuesta a la sentencia del Supremo que el Parlament aprobó hace dos semanas, y que el Gobierno, que no ha vuelto a recurrir al TC desde el 10-N, dice tener en estudio desde entonces. Pero también para las eventuales alegaciones de la fiscalía contra la calificación penitenciaria de los líderes independentistas condenados, que las juntas de tratamiento de las prisiones en las que están recluidos está previsto que decidan esta semana.
El ministerio público podría recurrir la decisión de los centros, pero la portavoz republicana lanzó un aviso: «La valoración del grado la hacen las juntas de tratamiento aplicando la normativa existente. La fiscalía no tendría que entrar para nada». Vilalta, en todo caso, evitó vincular una posible acción de la fiscalía a una ruptura de las conversaciones. «Hay que ir paso a paso», alegó. El siguiente, en la cita del martes. Y lanzó aún otra advertencia a sus interlocutores. «Si no hay concreción ni movimientos no nos temblarán las piernas en mantenernos en el no a la investidura».