Presiones, silencios y miedos: la investidura de Sánchez sacude el oasis patronal
CEOE, Foment, IEF o Pimec. Varias patronales han salido al paso de los acuerdos de Sánchez aunque con fuertes presiones internas y externas por las relaciones con el Gobierno
Las patronales son por definición organizaciones que quieren ‘vivir tranquilas’ pero nunca lo consiguen. En la actualidad todavía es más cierto porque el ecosistema patronal ha vivido un año muy intenso interna y externamente, y los recientes acuerdos de investidura que Pedro Sánchez ha rubricado con formaciones como Junts, ERC y Sumar no han hecho sino avivar las tensiones entre sus dirigentes. Fuentes patronales de varias organizaciones como CEOE, Foment, Pimec o el Instituto de la Empresa, indican momentos de muchas «presiones», muchos «silencios» incómodos» y mucho «miedo» a la hora de dar respuesta al proyecto del futuro Gobierno, que hoy arranca con la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados.
La mayoría de las miradas están puestas en la CEOE. La patronal dirigida por Antonio Garamendi lanzó un comunicado este lunes contra los acuerdos de Sánchez, como la ley de amnistía o la propuesta de un concierto económico para Cataluña. Muchos le han criticado internamente que no mencionara explícitamente ambos puntos, y que emitieran una opinión demasiado ambigua ante la gravedad de la situación y, sobre todo, sin anunciar medidas de oposición concretas por parte de la patronal española.
Posición ante el Gobierno Sánchez
Garamendi, acusado en la anterior legislatura de mantener una posición claudicante ante Sánchez y, sobre todo, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, tuvo que incidir en intervenciones posteriores al comunicado en que, efectivamente se posicionaba en contra de la amnistía. Otras organizaciones, como la andaluza Cesur, habían alentado una respuesta más contundente ante el Gobierno.
Por el otro lado, CEOE ha tenido que lidiar con la posición de la patronal catalana Foment del Treball, presente en el Comité Ejecutivo mediante su presidente Josep Sánchez-Llibre, que no tenía una posición vehemente contra la ley de amnistía ni sobre algunas de las medidas consensuadas como el plan para devolver empresas a Cataluña o un nuevo modelo económico que alivie la carga fiscal de los contribuyentes catalanes.
Una vez enterradas las disputas entre Garamendi y Sánchez-Llibre por el rumbo de la CEOE en las elecciones patronales de justo hace un año, los acuerdos de Sánchez parecían tensionar de nuevo esta relación. Pero fuentes de la CEOE indican que no hubo ninguna oposición por parte de los dirigentes catalanes mientras se consensuaba el comunicado.
Foment apoyaba así, sin fisuras, la posición de CEOE, mientras que horas después, la patronal catalana Pimec realizaba otro comunicado, en este caso, apoyando los acuerdos con Junts y ERC. Nada nuevo bajo el sol de la patronal catalana, sino fuera porque su presidente, Antoni Cañete, tiene metido entre ceja y ceja abrir el melón del Diálogo Social para meter sus organizaciones en el ‘negocio’ de la representatividad. Eso es, quitar «el monopolio» de CEOE-Cepyme en todas las mesas de negociación entre patronales, sindicatos y la Administración.
Lo hace a través de Conpymes, una organización impulsada por el propio Cañete, acusada a menudo de mantener posiciones demasiado izquierdistas para una patronal y que ha estado acompañada por Yolanda Díaz e incluso por la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, que presentó su puesta de largo en Madrid. Lo cierto es que parece claro que el Gobierno tiene intención de favorecer las posiciones para Pimec y Conpymes, puesto que uno de los puntos de acuerdo entre PSOE y Sumar de investidura incluye abrir la representación a otras organizaciones de pymes.
Este elemento está en la cabeza de toda decisión de la patronal, porque dar entrada a otras organizaciones supone perder poder de negociación (en organizaciones cada vez más presidencialistas) y, sobre todo, dinero público. Sin embargo, la situación es tan confusa que tampoco está claro cuál es la auténtica posición de los dirigentes de CEOE al respecto. Otra cosa es que Foment, que ya ha visto cómo perdía el 100% de representatividad en Cataluña, esté dispuesto a ver cómo su eterno rival se abre hueco en Madrid que, en cambio, abraza las tesis en el Gobierno.
El auténtico frente Sánchez-Díaz es el económico
Algunos líderes empresariales se sienten sin embargo «forzados» a posicionarse sobre un debate, el de la amnistía y el trato favorable a Cataluña, cuando lo consideran «secundario». Lamentan a ECONOMÍA DIGITAL que lo auténticamente sangrante de firmado por Sánchez se encuentra en el pacto con Sumar, con subidas del SMI, reducciones de jornada laboral, endurecimiento del despido e intervención de los consejos de administración. Una nueva ofensiva contra la empresa en un escenario de recrudecimiento económico.
Entre las organizaciones empresariales mencionadas, las mismas fuentes señalan que hay presiones muy fuertes para llevar el criterio a una posición de enfrentamiento abierto con el Gobierno porque la situación es «catastrófica». Sin embargo pesa, y mucho, la política de señalamiento que ha llevado a cabo el Ejecutivo de Sánchez sobre algunos empresarios como Juan Roig (Mercadona) o Rafael del Pino (Ferrovial), representadas por el Instituto de Empresa Familiar (IEF), que este martes sacó otro comunicado, de tono moderado, contra el Gobierno. La virulencia de algunos ministros hace que existan ciertas reticencias a declarar una ‘guerra abierta’ contra el Gobierno Sánchez, visto que va a gobernar otra legislatura, si nada de lo que pase entre hoy y mañana lo cambia.