García-Page se rebela contra la cesión de las competencias de inmigración a Cataluña
El ministro Bolaños no precisa los alcances del pacto con Junts y para el Govern el acuerdo de inmigración es “muy difuso”
El traspaso de las competencias de inmigración a Cataluña incomoda a dirigentes socialistas como el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page, quien ha criticado que la cesión “no tiene nada de progresista”.
El Gobierno se comprometió con Junts a ceder la gestión de la inmigración al Govern catalán, aunque no se ha precisado si eso incluye la expulsión de inmigrantes ilegales o el control de fronteras.
Para el presidente castellano-manchego, «Si las competencias las pidiera Vox, todo el mundo se rasgaría las vestiduras».
Según el mandatario comunitario, “ningún Estado puede renunciar bajo ningún concepto a la competencia en fronteras·, porque es “la expresión más elemental de soberanía”.
La reunión de los altos mandos socialistas
García-Page espera que Pedro Sánchez explique a los barones socialistas las razones y alcances de este traspaso en el encuentro que mantendrán este fin de semana en Quintos de Mora (Toledo).
Ese encuentro, dijo, debe servir para «pensar a dónde conduce este laberinto, si hay o no salida y si es o no admisible que los independentistas catalanes, que por lo demás son supremacistas cuando no xenófobos, lo que estén planteando es que el Gobierno gobierne con camisa de fuerza».
Bolaños recuerda que Europa es quien manda
El ministro de Presidencia y Justicia Félix Bolaños, figura clave en las negociaciones del miércoles con Junts, ha quitado hierro al traspaso y recordó que «la política migratoria es una política europea» y que las «orientaciones vienen de Europa».
El alto funcionario no ha querido dar detalles de los alcances de la cesión, y se limitó a precisar que la futura ley orgánica precisará qué competencias tendrá el Govern catalán.
Más concretamente, dijo que la delegación se hará a través de las normas del artículo 150 apartado 2.
Para el Govern, todo es muy difuso
Para la consellera de Presidència catalana Laura Vilagrà, que mantuvo una conversación telefónica con Bolaños la noche del jueves, más que traspaso hay que hablar de una “delegación” de competencias, y consideró que el acuerdo con el Gobierno “es muy difuso”.
El comentario derivó en el enojo de dirigentes de Junts como el portavoz Josep Rius, quien dijo «No sorprende que el Govern trate de menospreciar la delegación integral de competencias en inmigración. ERC ya votó en contra en el Debate de Política General. Renunciar a las competencias en inmigración es renunciar a gobernar».