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Illa da por segura la tercera ola de coronavirus: «Solo podemos minimizarla»
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha advertido que será imposible evitar esta nueva fase de rebrotes y que solo se puede centrar los esfuerzos en tratar de “minimizarla”
El inicio histórico de la campaña de vacunación no se traducirá en una inmunización automática de la población. Las inyecciones tardarán semanas en comenzar a provocar un efecto protector en el organismo. Un lapso de tiempo que pone en serias dudas la capacidad de España para detener el inicio inminente de la tercera oleada de contagios en el mes de enero.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha advertido que será imposible evitar esta nueva fase de rebrotes y que solo se puede centrar los esfuerzos en tratar de “minimizarla” con el establecimiento de medidas sanitarias. “Descartarla no podemos ni debemos porque nos engañaríamos a nosotros mismos”, ha aclarado en una entrevista en Televisión Española.
La vacuna de Pfizer que este domingo ha empezado a distribuirse en las 17 comunidades autónomas requiere de la inoculación de dos dosis para que sea efectiva. La segunda inyección debe administrarse con una separación en el tiempo de 21 días. Después, hay que esperar otros 8 para comenzar a desarrollar una protección inmunitaria contra la Covid-19.
Estos cálculos implican que las primeras personas de los colectivos de riesgo no estarán protegidas contra el coronavirus hasta dentro de casi un mes. Y solo se tratará de los mayores de las residencias y el personal sociosanitario que encabeza la lista de los grupos prioritarios para recibir la vacuna que ha diseñado el Ministerio de Sanidad. “Fíjese si nos toca tiempo para convivir con el virus”, ha lamentado Illa.
El auténtico cambio de escenario no se producirá por lo menos hasta bien entrado el mes de agosto, cuando se estima que podría haberse vacunado ya a cerca del 70% de la población para alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño que nos proteja de forma colectiva.
«Si las cosas van como están previstas, el verano será muy distinto al que hemos tenido este año. No digo que con total normalidad, pero sí con una situación de control de la pandemia distinta a la que hemos conocido», ha subrayado el ministro.
Salvador Illa aplaude la estrategia de las comunidades
España superó este lunes la barrera de los 50.000 fallecidos por coronavirus desde que comenzó la crisis sanitaria, tras incorporar 298 muertos a las listas oficiales. Una jornada en la que se notificaron además 24.462 nuevos contagios que se acumulaban desde el día de la Nochebuena, el último que hubo un reporte oficial del Ministerio de Sanidad.
La incidencia acumulada de la enfermedad ha experimentado un ligero descenso hasta situarse en 246 casos positivos por cada 100.000 habitantes de media. Sin embargo, es un dato que hay que examinar con cautela porque los días festivos se produce una infranotificación de los positivos que suele aparecer en las jornadas posteriores.
Baleares, Madrid y Extremadura son las comunidades que más preocupan por su delicada situación epidemiológica. Todas han endurecido ya su plan de restricciones para las fiestas con medidas más severas en el número de participantes de las cenas o en los horarios del toque de queda para impedir los contagios.
El ministro de Sanidad ha dejado atrás cualquier enfrentamiento político de los últimos días para dar un espaldarazo a todos los líderes autonómicos en su estrategia de contención de la Covid-19. «Las medidas aplicadas por las comunidades autónomas son correctas y la respuesta de la ciudadanía es una respuesta, en su inmensa mayoría, ejemplar», ha destacado.
“Las medidas en algunos casos son ciertamente drásticas. Hubo un cambio de tendencia hace unas semanas en algunos puntos de nuestro país y las comunidades autónomas han reaccionado ajustando las medidas a la nueva situación epidemiológica”, ha expresado.
Illa ha indicado que todas las aportaciones que han realizado los consejeros de Sanidad de las regiones han sido “constructivas” y que ninguno le ha transmitido en la última reunión del Consejo Interterritorial de Salud “quejas” por el sistema de reparto de las vacunas entre las comunidades.
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya se había manifestado en numerosas ocasiones en contra del mecanismos adoptado por el Ministerio de Sanidad. Defienden que les han hecho llegar menos dosis de las que habían comprometido cuando se dio luz verde en Europa a la comercialización de la vacuna de Pfizer.