Historia política del coronavirus: Vox se anticipó al resto
Antes del 8M —el último domingo de normalidad que recuerdan los españoles— todos los partidos hablaban del coronavirus, pero con grandes diferencias
Cuando China anunció al mundo, el 31 de diciembre de 2019, que estaba lidiando con un extraño brote de neumonía que, una semana después, se confirmaría como un nuevo coronavirus, el resto de países prestó poca atención. En España, por ejemplo, esa primera semana de 2020 estuvo marcada exclusivamente por la investidura del primer gobierno de coalición de la democracia, que salió adelante finalmente el 7 de enero. El ruido de la pandemia no se llegaba a escuchar en aquel entonces.
De hecho, las primeras señales de que se trataba de un asunto difícil de ignorar llegaron a España por la vía económica, pues la inevitable cancelación del Mobile World Congress por los miedos de decenas de empresas tecnológicas extranjeras a que el evento se convirtiera en un foco de infección lograron poner esa palabra —coronavirus— en muchos titulares y declaraciones de políticos. Pero incluso ante esa situación, la después denominada enfermedad del Covid-19 seguía siendo un asunto secundario en España.
Las primeras medidas de la coalición de izquierdas conformada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acaparaban la mayor atención, desde la subida del salario mínimo interprofesional hasta la constitución de la mesa de diálogo con el independentismo catalán para buscar una solución a un conflicto que, visto desde el mes de abril, ha perdido prácticamente toda relevancia. Escándalos como el Delcygate también coparon la agenda.
La epidemia que se convirtió en pandemia es ahora lo único que importa, desde los puntos de vista sanitario, económico, social y —faltaría más— político. Las últimas semanas han estado marcadas en el plano político por una fuerte confrontación entre las distintas formaciones con representación parlamentaria, y los reproches y críticas al joven Gobierno no hacen más que acumularse día con día.
¿Pero qué decían los partidos antes de que la situación se saliera completamente de control? ¿Qué medidas planteaban, si planteaban alguna, para hacer frente a la emergencia sanitaria antes de darse cuenta de que la manifestación feminista del 8M (y tantos muchos otros eventos multitudinarios celebrados esos días) había sido un error garrafal? ¿Son realmente algunos de los partidos de la oposición «capitanes a posteriori», como les han llamado desde las formaciones del Gobierno para minimizar sus críticas?
Este es un viaje a las declaraciones de los líderes de los cinco principales partidos políticos —no autonómicos— respecto del coronavirus antes del último domingo de normalidad que los ciudadanos españoles recuerdan. Valga aclarar que el enfoque está puesto solo en las formaciones nacionales y no las territoriales, donde —según qué comunidad— el debate sobre la pandemia se activó de forma más precipitada que en Madrid.
Pedro Sánchez visitó el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias el 4 de marzo de 2020, acompañado por Salvador Illa y Fernando Simón, cuando el Gobierno aún no declaraba el estado de alarma por el coronavirus | Twitter: Pedro Sánchez/Moncloa
PSOE: «Un mensaje de tranquilidad»
Es prácticamente imposible encontrar declaraciones de Pedro Sánchez relativas al coronavirus en el mes de enero. Su ministro de Sanidad, Salvador Illa, empezó a referirse al asunto en la última semana del primer mes del año. “España está preparada para actuar ante el coronavirus”, aseguró el día 22. Después, el día 27 añadió: “Tenemos un protocolo preparado. Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad”. Esta declaración marcó el primer tuit de los socialistas sobre el virus, casi un mes después de que China alertara al resto del planeta sobre el peligro.
El 1 de febrero, tras confirmarse el primer caso en España, Sánchez lanzó su primer mensaje en Twitter al respecto: “Esta mañana se reúne de nuevo el comité interministerial de evaluación y seguimiento del coronavirus. España tiene un sistema sanitario fuerte y red de alerta y detección con expertos profesionales que desde el primer minuto trabajan siguiendo las recomendaciones de la OMS”. Ese día también dijo a La Sexta que, “preocupar, preocupa, pero tenemos un sistema de salud fantástico”.
La primera mitad de febrero, el presidente del Gobierno no dijo mucho al respecto pero Moncloa rechazó declarar estado de emergencia para facilitar la cancelación del MWC, que corrió a cuenta de los organizadores. El día 21 destacó “el extraordinario” sistema sanitario español, que “está controlando la enfermedad desde un punto de vista científico y también desde el de la comunicación”. El comité interministerial se volvió a reunir el 25 de febrero y Sánchez pidió ese día “confianza” en el sistema de salud.
El PSOE celebró un acto político el 1 de marzo. El presidente dijo ese día que, “frente al coronavirus tenemos la confianza que construye la unión de todos las ciudadanos en torno a un sistema público de sanidad que garantiza la proteción de la salud de todas, con independencia de la condición económica que tengan».
El 4 de marzo Sánchez visitó el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias con Salvador Illa y Fernando Simón, y transmitió «calma y seguridad». «Seguiremos trabajando de forma coordinada entre las distintas administraciones y la Unión Europea frente al coronavirus», afirmó.
El Gobierno alentó la manifestación del 8M y varios de sus dirigentes participaron en la misma. Un día después, Sánchez presidió una reunión de coordinación para la gestión de la alerta sanitaria que pronto se convertiría en crisis y emergencia por igual. “Vamos tomando medidas de acuerdo a la propia situación, sin precipitarnos, siempre con criterios de proporcionalidad”, decía José Luis Ábalos el mismo 8 de marzo.
El presidente del Partido Popular Pablo Casado, durante una videoconferencia con la Comisión de seguimiento del COVID-19 del PP, en Madrid. Foto: EFE/DM/PP
PP: «Abogamos por la coordinación de todas las administraciones»
El primer tuit del PP sobre el coronavirus se publicó el 29 de enero, recogiendo declaraciones en las que Dolors Montserrat pedía a la UE que liderara la respuesta global a la expansión de la enfermedad. Poco después, el 1 de febrero, Jaime de Olano dijo: «Quiero trasladar un mensaje de tranquilidad ante el coronavirus. España cuenta con la experiencia y los mejores medios y profesionales para afrontar con éxito este tipo de casos. Abogamos por la coordinación de todas las administraciones públicas».
Al margen de las declaraciones sobre la cancelación del MWC, a inicios de febrero, la primera vez que Pablo Casado habló del coronavirus en términos estrictamente políticos fue el 26 de febrero, a la luz de una reunión de la mesa de diálogo. Una de sus críticas al Gobierno era que Sánchez se llevó al ministro Illa a participar en el encuentro con Quim Torra, para “negociar con el virus independentista en vez de estar poniendo medidas para paliar los efectos del coronavirus”.
El 27 de febrero, el PP anunció la constitución de una comisión de seguimiento del coronavirus y expresó su lealtad al Gobierno para encarar la situación “con total tranquilidad y serenidad”. A inicios de marzo Casado empezó a subir el volumen. El 2 de marzo dijo que el PP estaba siendo “leal” con el Gobierno en la gestión del coronavirus, una actitud que contrastaba con la de Sánchez cuando la crisis del ébola.
«España tiene el mejor sistema sanitario de toda Europa», dijo el líder popular. “Lo que pedimos a cambio es que el Ministerio nos mantenga informados y tome todas las medidas que tenga que hacer para que los centros de salud y los hospitales no se vean colapsados, no porque se desborde la situación, sino porque no haya suficientes camas aisladas para poder tratar a esos pacientes”.
El 4 de marzo, el PP repitió su apoyo al Gobierno. Casado envió ese día un mensaje de “confianza en todo el Sistema Nacional de Salud y en sus profesionales; y de tranquilidad porque como hemos solicitado y estoy convencido de que está haciendo el Ministerio de Sanidad, se está trasladando a la opinión pública las novedades con respecto a esta enfermedad”.
El día 5, el PP anunció que preguntaría a Sánchez por “las medidas que va a adoptar para revertir el deterioro de la economía”, que “puede verse agravado” por el coronavirus. El día 6, el PP exigió al Gobierno que apoyase el sector turístico con medidas de Estado frente a la alarma por el coronavirus. Pedía minimizar los efectos en la economía.
Algunos dirigentes del PP también se sumaron a la manifestación del 8M.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, en un acto el 20 de enero de 2020. Foto: EFE/EN
Vox: «Una irresponsabilidad brutal»
El 24 de enero, Vox propuso realizar controles a viajeros provenientes de China e Italia. Rocío Monasterio lanzó la idea en las redes sociales. “Cada mes entran por el Aeropuerto de Barajas 15.000 chinos, en el gobierno dicen que no toman medidas porque no hay vuelo directo desde Wuham [sic]. No tomar medidas inmediatamente en el aeropuerto es de una irresponsabilidad brutal, no puedo entender a qué esperan”, criticó Monasterio.
El 30 de enero, Vox denunció que Sanidad no estaba adoptando las recomendaciones de la OMS. «Al Ministerio parece no importarle mucho la seguridad del personal sanitario», decía la formación, argumentando que «no se traslada el protocolo específico que describe la OMS para trabajadores sanitarios». Vox presentó ese día una batería de preguntas al Gobierno en el Congreso.
«Es preocupante porque la epidemia se está extendiendo ya a nuestros países vecinos y se cree que pronto llegará a España», afeaba a finales del primer mes del año el diputado Juan Luis Steegmann. “Hablamos de medidas que van desde tener salas de espera exclusivas, pasando por educación de cuidadores y aseguramiento de suministros, o a políticas de detección precoz”, añadió.
El 13 de febrero, Vox preguntó al Gobierno por los pacientes afectados por el coronavirus en otra batería de preguntas, y propuso antivirales que «han mostrado eficacia contra el coronavirus». «¿Qué medidas piensa adoptar el Gobierno para establecer unas recomendaciones de tratamiento de pacientes con neumonía u otras afecciones graves causadas por el nuevo coronavirus?», rezaba su solicitud de respuesta en las Cortes.
El 25 de febrero, Santiago Abascal criticó al Gobierno por no poner en marcha «medidas mínimas» que «dicta el sentido común» como tomar la temperatura a turistas provenientes de Italia y China. Javier Ortega Smith estuvo en Milán, Italia, la semana anterior a las demandas del líder de Vox.
El 27 de febrero, todos los portavoces de los grupos parlamentarios de la Comisión de Sanidad del Congreso, a excepción de Vox, mostraron su apoyo a la gestión de Sanidad ante el coronavirus, pero también instaron al ministro a acudir a la Cámara para informar sobre las medidas. Durante estas semanas, Vox realizó actos en el extranjero (es decir se desplazó) y, aunque celebró un mitín en Madrid el mismo 8M, también es cierto que anunció que lo cancelaría si así lo ordenaba el Ministerio dirigido por Salvador Illa, lo que nunca pasó.
El vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, a su llegada al pleno del Congreso del 25 de marzo de 2020, en el que prorrogó el estado de alarma por el coronavirus | EFE/Mariscal/Archivo
Podemos: «España está preparada»
El 23 de enero, Pablo Iglesias aseguró que Sanidad estaba «en contacto permanente con la OMS» y que España estaba «preparada» para asumir la llegada del coronavirus. Dijo además que el Gobierno estaba «alerta» y que España contaba con «los mejores profesionales sanitarios» para «asumir lo que tenga que venir”. Fuera de eso, es difícil encontrar declaraciones de dirigentes de Unidas Podemos sobre el virus en enero.
Tampoco durante el mes de febrero, salvo por una declaración de Pablo Echenique asegurando, el 25 de febrero, que el coronavirus estaba “absolutamente controlado en España” y arremetiendo contra el alarmismo en los medios de comunicación a la hora de informar sobre el virus. “En las portadas y en las tertulias, el coronavirus corre desbocado y es una peligrosísima pandemia que causa pavor”, lamentó. “Ojalá un día el sistema mediático tenga la mitad de calidad que el sistema sanitario”, añadió.
El primer mensaje con la palabra “coronavirus” en el Twitter de Podemos llegó el 13 de marzo, al anunciar la formación que aplazaba su tercera asamblea ciudadana estatal porque “la prioridad absoluta en estos momentos” era frenar la expansión del virus. Un día antes, Irene Montero fue la primera ministra del Gobierno que dio positivo en la prueba de la infección, algunos días después de participar en la manifestación del 8M.
Otros dirigentes morados participaron en las concentraciones feministas de ese fin de semana.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en un acto del partido el 5 de marzo de 2020 | EFE/TG
Ciudadanos: «No hay información sobre cómo actuar»
El 31 de enero, Ciudadanos lamentó la falta de información sobre un posible caso de coronavirus en La Gomera y reclamó al Gobierno un protocolo de actuación si se confirmaba el contagio. La formación naranja criticó que se entenró de esa noticia por los medios y no por el Ejecutivo, al que reclamó más datos. “El personal de urgencias asegura no haber recibido ninguna formación específica sobre cómo actuar en esta situación para asegurar su seguridad y la de los españoles repatriados”, decía Cs a través de una iniciativa en el Congreso.
El 11 de febrero, Inés Arrimadas calificó de “mala noticia” la suspensión del MWC por el coronavirus y pidió un plan de contingencia para paliar los daños por las cancelaciones de este tipo de eventos. Ese día se registró el primer tuit de Cs al respecto, precisamente recogiendo las declaraciones de la sucesora de Albert Rivera.
El 26 de febrero, Ignacio Aguado dijo: “Recomendamos seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias y no generar alarmas o miedos. Nuestro sistema sanitario es de los mejores de Europa”. Más de una semana después, el 4 de marzo, Cs solicitó una subcomisión para hacer un seguimiento de la evolución del coronavirus.
El 5 de marzo, Arrimadas aseguró que “este virus no debe alarmar pero sí debe ocupar a las administraciones”.
Miembros de Cs también participaron en la manifestación del 8M.