Hereu apuesta por «flexibilizar» el periodo máximo de pago de algunos sectores
El ministro de Industria y Turismo apunta a la posibilidad que el plazo para efectuar el desembolso se extienda desde los 30 días hasta los 60 en los sectores "donde haya productos de baja rotación"
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, mostró este jueves su apoyo al desarrollo reglamento europeo contra la morosidad actualmente en negociación pero reclamó «aplicar la necesaria flexibilidad para atender la realidad legislativa empresarial de diferentes países y sectores».
Así lo indicó a los medios de comunicación a su llegada al Consejo de Competitividad de la Unión Europea, en Bruselas, donde se negocia el reglamento contra la morosidad, fenómeno que afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
Hereu concretó que los sectores en los que el límite del período de pago podría pasar de los 30 días inicialmente propuestos por la Comisión Europea a 60 días son algunos relacionados con la industria o con el comercio «donde hay productos de baja rotación», así como algunos relacionados con ciertos productos agrícolas.
Ante las peticiones de algunos países de que esta norma se tramite como directiva y no como reglamento, el ministro afirmó que, si «atiende a la flexibilidad como principio», se podría mantener la forma de reglamento. En caso contrario, dijo que es «evidente» que pudiera tramitarse como una directiva.
«Nosotros en principio defendemos que se pueda desarrollar un reglamento europeo de lucha contra la morosidad a partir de unos criterios donde solo cabe añadir algunos elementos de flexibilidad para atender bien la diversidad sectorial y de los diferentes países», recalcó.
Talgo
Preguntado por la opa del grupo húngaro Magyar Vagón a Talgo, señaló que la constructora de trenes es «estratégica» y su objetivo es «defender los proyectos industriales y los puestos de trabajo» y afirmó que, «en este sentido, en la junta de análisis de las inversiones exteriores, lo vamos a trabajar».
Acerca del proceso de diligencia debida, subrayó que es «muy importante» defender esta cuestión porque es «un elemento de responsabilidad social aplicable a las empresas europeas» y «no va en contra en contra de la competitividad empresarial poder desarrollar los principios de responsabilidad social empresarial».