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La guinda que exige ERC para investir a Illa: una llamada de Pedro Sánchez a Marta Rovira
Financiación autonómica, traspaso de Cercanías... ERC y PSC están al borde del acuerdo, pero los republicanos quieren visualizar que esto es una negociación de ERC con La Moncloa
Las negociaciones entre el PSC y ERC avanzan a buen ritmo, con las dos amenazas de unas bases irredentas independentistas y el as en la manga que pueda querer jugar Carles Puigdemont para hacer fracasar la investidura de Salvador Illa. Como ya avanzó ECONOMÍA DIGITAL, ambas formaciones aspiran a un pronto acuerdo para investir al político socialista y desactivar una irrupción del líder de Junts que pueda echar al traste el regreso del tripartito a la Generalitat de Cataluña.
Fuentes del ámbito nacionalista indican que los avances en temas de financiación autonómica o traspaso de Cercanías están prácticamente hechos, aunque hay un elemento simbólico al que aspira ERC y que podría ser una condición sine qua non para el acuerdo, una llamada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la líder en funciones de Esquerra, Marta Rovira.
Las condiciones para investir a Illa
«Para que haya acuerdo se necesita que Sánchez haga una llamada telefónica a Rovira», apuntan fuentes a ECONOMÍA DIGITAL. Sería aceptar la tradición de que los acuerdos políticos se cierran con una conversación entre sus respectivos líderes. Esto forma parte de la estrategia a largo plazo del independentismo. Para ERC (y Junts también), es importante que a Salvador Illa se le vea, no como el president de la Generalitat, sino como a un gobernador civil en Cataluña; como alguien que pasa, y se va, mientras que la interlocución entre el Gobierno de España y la Generalitat catalana, se mantiene.
«Los independentistas quieren que Salvador Illa sea un poder político que desaparezca, que no sea estructural», añaden las mismas fuentes a este medio.
En este contexto hay que entender la actual negociación del modelo de financiación. ERC quería que fuera un acuerdo alcanzado con el Ministerio de Hacienda, liderado por María Jesús Montero, pero esta misma se apresuró este lunes a anunciar que esta negociación la iba a liderar el propio Illa desde Barcelona con ERC.
La ministra hizo estas declaraciones en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con la intención de visibilizar el poder del propio Illa y fortalecer su imagen política, más aún cuando es el propio Illa el que está negociando.
El peso de Illa en Cataluña
Desde el ámbito político catalán se tiene claro que el que está llevando las negociaciones es principalmente Salvador Illa. Sus defensores advierten de que ya fue una pieza clave en los acuerdos para que Jaume Collboni fuera alcalde de Barcelona. Este cada vez mayor peso político es contrario a la imagen que el independentismo quiere dar: que Illa es un personaje subsidiario de ‘Madrid/España, interlocutor único del independentismo.
Es decir; ERC y Junts quieren ajustar los procesos de investidura en la nueva etapa del Procés; la bilateralidad entre administraciones y la igualdad de fuerzas entre ambos, dejando claro en todo momento que Pedro Sánchez seguirá siendo presidente mientras ERC y Junts así lo deseen y lo que haga Illa solo tiene cabida en esta lógica.
El objetivo común de ERC y PSC: acabar con Puigdemont
El fondo de los acuerdos entre ambas formaciones está claro: desactivar políticamente a Carles Puigdemont, que es el más interesado en que haya una repetición electoral para así aglutinar todo el voto independentista, debacle de ERC incluida. Puigdemont solo tiene previsto regresar a Cataluña si le conviene política y personalmente. Para que le compense políticamente, su regreso debería servir para evitar un gobierno de Illa y llevar a Cataluña a una repetición electoral donde su figura ganara enteros, tal y como adelantó en exclusiva este medio hace semanas.
Este escenario es el que quieren evitar a toda costa ERC y PSC, por lo que prefieren tener un acuerdo cerrado este mes y evitar tensiones políticas sobrevenidas en la segunda mitad de agosto. Si hubiera investidura de Illa, Marta Rovira y los republicanos lograrían anular políticamente a Puigdemont, que no tiene intención de hacer oposición a un presidente catalán del PSC.