Guerra abierta Pascal-Puigdemont en las 48 horas más decisivas del Pdecat
El Pdecat dirime en una convulsa asamblea si se integra en la Crida de Puigdemont, que quiere la cabeza de la coordinadora general
El Pdecat ha arrancado con un ambiente de cuchillos entre los dientes las cuarenta y ocho horas más decisivas en la breve historia de la formación heredera de Convergència, que en su primera asamblea general tiene que dirimir si se integra en (o es fagocitada por) la Crida Nacional per la República, el movimiento que impulsa Carles Puigdemont. De paso, lo que está en la picota, porque así lo ha querido el expresidente catalán, es ni más ni menos que la cabeza de la que hasta ahora ha sido la líder del partido, Marta Pascal.
No tenía que ser así. O, al menos, no estaba previsto cuando hace unas semanas la dirección del partido convocó la asamblea, entonces planteada como un cónclave de revisión estratégica, pero que no pondría en cuestión a la actual cúpula, que, finalmente, no podía llegar a la cita más cuestionada.
Torra planta al Pdecat
La asamblea, marcada por la presentación, este lunes pasado, de la Crida, en un acto en que a Pascal se la relegó a la última fila, ha empezado ya accidentada. El partido preveía que la inaugurara el presidente Quim Torra, uno de los impulsores junto con el propio Puigdemont y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez de la Crida, pero Torra le ha dado plantón.
La versión oficial que da la Generalitat es que Torra nunca ha tenido previsto asistir, aunque eso no significa que no se lo propusieran, extremo que en el Palau no se aclara. Y en el partido, se limitan a insistir en que nunca se confirmó oficialmente que el presidente asistiría, y que tenía problemas de agenda. Pero que el plan de la formación era que Torra abriera el cónclave era de dominio público.
No extraña que Torra, que no es del partido, se haya quitado de en medio. Puigdemont ha subido la apuesta contra Pascal tras ser derrotado por ella en el episodio de la moción de censura contra Rajoy, que el Pdecat acabó apoyando y haciendo posible pese a que el expresident se decantaba por una abstención.
Ultimátum de Puigdemont
Puigdemont no se conforma con que Pascal acepte la integración en el movimiento que él lidera: es o ella o él. Según publicó El Confidencial, el miércoles, en una reunión en Alemania con alcaldes de la Asociación Catalana de Municipios, el expresidente llegó a verbalizar el ultimátum. Si Pascal sigue al frente, él se dará de baja del partido.
Así las cosas, Pascal ha acelerado las maniobras de ultimisima hora para conseguir cerrar una candidatura de consenso, y, en esa línea, este mismo viernes ha acudido a la prisión de Lledoners para reunirse con los miembros del partido en prisión. Tras ellas, también los visitaron a los exconsellers Miquel Busch y Damià Calvet, asi como la presidenta de la federación de Barcelona, Mercè Homs
Los tres líderes encarcelados, Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn, estrecharon esta misma semana el cerco sobre la dirección de Pascal con una carta abierta suscrita igualmente por el también exconseller Lluís Puig y en la que pedían al partido “mirada amplia” y que se integre como uno de los “impulsores troncales” del nuevo espacio puigdemontista, que debería acabar de tomar forma en una convención en otoño.
Pascal, asediada
La visita de Pascal a Lledoners iba en la línea de lanzar alto y claro el mensaje de que no habrá problemas con esa integración. Pero ya no parece suficiente. Y Pascal está asediada por una pinza que por un lado integran los afines a la línea independentista dura que marca Puigdemont, cuya cara visible es el alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals, y por el otro también cuenta con miembros de la vieja guardia de Convergència, perdedores en el congreso fundacional, con Rull y Turull a la cabeza.
Durante el día, ha trascendido que habia un principio de acuerdo por una ejecutiva que contaría con David Bonvehí, hasta ahora número dos de Pascal, como presidente, y con la misma Pascal en algún cargo secundario, pero que finalmente esta lo ha descartado. A su llegada al Palacio de Congresos de Catalunya, donde se celebra el encuentro, Pascal ha negado haber roto ningún pacto y ha pronosticado que habrá entente. «Nos pondremos de acuerdo porque no hay diferencias de fondo», ha pronosticado.
Con la asamblea convertida en semejante hervidero, tampoco sorprende que haya arrancado con una hora de retraso. Al final, han sido el coordinador del cónclave, David Font, y el exalcalde Xavier Trias los encargados de dar el pistoletazo de salida. La asamblea, en la que hay 1.900 inscritos, tiene que debatir siete ponencias que han recibido 1.515 enmiendas y de las que las más importante son la política y la organizativa. La previsión es que el domingo a mediodía se voten los siete textos y también se diriman las candidaturas a la dirección. El límite para presentarlas se agota esa misma mañana.