El Gobierno impulsa un protocolo de actuación frente al acoso sexual en la administración general
El objetivo es evitar las situaciones de acoso sexual y acoso por razón de sexo en la Administración General del Estado, pero también en los organismos vinculados o dependientes
El Consejo de Ministros extraordinario aprobó este viernes un real decreto que incluye el protocolo de actuación frente al acoso sexual y acoso por razón de sexo en el ámbito de la Administración General del Estado (AGE) y de sus organismos públicos.
El protocolo, impulsado por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública y por el Ministerio de Igualdad, ha sido consensuado previamente con los representantes de los empleados públicos en la Mesa de Negociación de la Administración General del Estado y, en concreto, en la Comisión Técnica para la igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres.
El objetivo general del protocolo es evitar las posibles situaciones de acoso sexual y acoso por razón de sexo en la Administración General del Estado y en los organismos vinculados o dependientes de la misma, y afrontarlas de manera efectiva en caso de que éstas lleguen a producirse.
Para ello, se desarrollan los objetivos específicos de fomentar la cultura preventiva del acoso sexual y/o por razón de sexo en todos los ámbitos y estamentos de la Administración General del Estado, manifestar la tolerancia cero de la Administración General del Estado frente a las situaciones de acoso sexual y por razón de sexo que puedan detectarse en cualesquiera estamentos de la organización o facilitar la identificación de las conductas constitutivas de acoso en sus distintas modalidades de acoso sexual y por razón de sexo.
También pretende implantar un mecanismo «sencillo, rápido, accesible y confidencial» que permita a las víctimas de acoso realizar una notificación de la situación que está sufriendo, informar, formar y sensibilizar a las empleadas y empleados públicos en materia de acoso sexual y acoso por razón de sexo, dando pautas para identificar dichas situaciones, prevenirlas y evitar que se produzcan y esclarecer internamente, «de manera ágil, rápida y confidencial», las comunicaciones de acoso en aras a precisar si se ha producido una situación de acoso sexual y/o por razón de sexo.
Por último, el objetivo es garantizar la seguridad, integridad y dignidad de las personas implicadas, la aplicación de las medidas que en cada caso procedan para la protección de las víctimas en todo momento, apoyando a la persona que ha sufrido el acoso para evitar su victimización secundaria, así como realizar un seguimiento de las actuaciones derivadas de la activación del protocolo.
Respecto a su ámbito de aplicación, el protocolo se aplicará a todo el personal de la Administración General del Estado y de los organismos públicos y también a las personas que prestan servicios o colaboran con la AGE o con algunos de sus organismos, como las personas en formación, las que realizan prácticas no laborales, etcétera.
La entrada en vigor del protocolo tendrá lugar en el plazo de seis meses desde la publicación de este real decreto en el BOE. En ese tiempo, cada departamento ministerial y organismo público deberá adaptar el protocolo a sus necesidades específicas y garantizar su efectiva implantación, mediante procedimientos de trabajo, instrucciones u otras herramientas que resulten adecuadas.