El Gobierno condena a los transportistas autónomos con la subida fiscal del diésel
Un total de 130.000 conductores de mercancías sufrirán los efectos del aumento de 3,8 céntimos por litro en el impuesto del diésel
El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto un palo más en la rueda para el sector del transporte por carreteras. La nueva subida fiscal del diésel afectará a cerca de un tercio de los profesionales que utilizan este combustible a diario para realizar su trabajo. Un problema añadido en plena fase de recuperación económica por la crisis del coronavirus.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para el 2021. El documento contempla algunas variaciones fiscales, como un incremento en el impuesto de hidrocarburos para el diésel de 3,8 céntimos por litro. Una variación que persigue equiparar su fiscalidad a la de la gasolina convencional.
La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha insistido en que la medida no penalizará a los profesionales ni al gasóleo bonificado. Sin embargo, no ha tenido en cuenta las dificultades que tienen algunos colectivos como los transportistas autónomos para librarse de este cambio fiscal, debido a que no tributan como una gran compañía.
Cerca de 130.000 transportistas sufrirán la subida de impuestos
La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España ha estimado que 130.000 conductores de transporte de mercancías tendrán que soportar el nuevo precio del diésel como el resto de los ciudadanos, a pesar de que lo empleen para ganarse la vida. La subida afectará especialmente a aquellos transportistas que tienen vehículos de menos de 7,5 toneladas de peso y que son principalmente trabajadores por cuenta propia. Representan casi una tercera parte de la flota de transporte por carretera de toda España.
Se trata de la segunda vez que el Gobierno de Pedro Sánchez trata de subir el impuesto del diésel. El primer intento se produjo en el anterior proyecto de presupuestos que finalmente no llegó a aprobarse por falta de consenso político en el Congreso de los Diputados y que desencadenó nuevas elecciones. Un año después, lo han recuperado.
Con los nuevos cambios, el impuesto del diésel pasará a ser de 34,5 céntimos de euro por litro, aunque todavía estará por debajo de los 40,07 céntimos que gravan a la gasolina. La medida tendrá un impacto de 500 millones de euros en las arcas del Estado. Y busca cumplir con las recomendaciones de la Unión Europea sobre fiscalidad medioambiental.