Fuga de diputados del Parlament tras el 28-A
Hasta nueve diputados dejan la cámara catalana para ir al Congreso, incluidos la jefa de la oposición, Inés Arrimadas, y cuatro suspendidos por el Supremo
“¿Escucha ese silencio? Pues es lo que queda de su paso por el Parlament”, le espetó este miércoles Quim Torra a la jefa de la oposición, Inés Arrimadas, una de los nueve diputados que se despiden en el pleno de esta semana de la cámara catalana, cuya configuración ha sufrido una sacudida con las elecciones generales que puede leerse como un síntoma más de la parálisis en la que se ha instalado no tanto Cs, como pretende Torra, como la política catalana en general y el Parlament en particular.
La fuga de diputados a Madrid es un clásico, pero esta vez resulta especialmente sangrante, y, además de a Arrimadas, presidenta de grupo del partido más votado en las elecciones al Parlament de diciembre de 2017, incluye también a Jordi Sànchez, que sigue constando como presidente de la segunda fuerza parlamentaria, la de Junts per Catalunya (JpC), pese a que desde el verano pasado está suspendido por encontrarse procesado en el Supremo. Y a ellos aún podría sumárseles Miquel Iceta, ungido por Pedro Sánchez como próximo presidente del Senado.
Lo de Iceta se podrá alegar que no es consecuencia directa de los comicios de hace dos domingos, porque no se presentaba en la lista por la Cámara Alta, sino que sería designado como senador autonómico, pero sí es una derivada de los resultados electorales, claro. En todo caso, el primer secretario de los socialistas catalanes ha expresado su voluntad de compaginar su nuevo cargo con los que ya ostenta, incluido el de presidente del grupo del PSC en el Parlament. Legislación en mano, puede hacerlo. Lo que está por ver es durante cuánto tiempo podrá simultanear sus funciones en ambas cámaras.
El independentismo recupera la mayoría
Pero dejemos a Iceta a un lado, que no se ha despedido todavía, y volvamos a JpC, que es la que cuenta con más diputados que dan el salto del Parlament al Congreso, cuatro: Laura Borràs, Sànchez y otros dos procesados, Josep Rull y Jordi Turull. Esta circunstancia propicia además un curioso fenómeno: el independentismo recuperaría tres votos y, con ellos, como ya avanzó Economía Digital, la mayoría en la cámara catalana, perdida cuando, el otoño pasado, JpC optó por negarse a designar sustitutos para que votaran por el expresidente de la ANC, Rull y Turull, suspendidos por el Supremo.
Oriol Junqueras, que sí tenía quien votaba por él, es el otro diputado procesado, encarcelado y ausente que dejará su escaño en el Parlament para recoger el acta de congresista. Junto a él, deja igualmente la cámara catalana el portavoz adjunto de ERC, Gerard Gómez del Moral. Cs, como los republicanos, también cuenta dos bajas: además de Arrimadas, cuyas funciones como presidenta de grupo las asumirá el hasta ahora portavoz Carlos Carrizosa, se va José María Espejo, secretario primero de la Mesa del Parlament. El éxodo de diputados post28-A lo completa Andrea Levy, del PP.
Baile de jefes de filas
Claro que la actual fuga al Congreso no hace más que sumarse al goteo de bajas que ha ido sufriendo el Parlament en lo que va de legislatura. De hecho, tras la marcha de Arrimadas y Sànchez, y CUP aparte –los antisistema consideran que sus tres diputados operan en pie de igualdad, sin jerarquías– los socialistas son la única fuerza que conserva al mismo jefe de filas parlamentario que tenía cuando hace 15 meses se constituyó la cámara catalana.
La primera en caer fue la presidenta del grupo de Esquerra, su secretaria general Marta Rovira, que en marzo del año pasado huyó a Suiza. Y después, en septiembre, fue el presidente del grupo de Catalunya en Comú Podem (CECP), Xavier Domènech, el que renunció a todos sus cargos en el Parlament y el partido y abandonó la política activa. El PP no tiene grupo propio, pero a finales de año, el presidente de los populares en Cataluña, Xavier García Albiol, arrojó la toalla en beneficio de Alejandro Fernández, y en enero devolvió su acta de diputado para centrarse en la carrera por la alcaldía de Badalona.
Goteo de bajas
La lista de bajas en una cámara catalana que legisla menos que nunca no acaba aquí. Alba Vergès (ERC), que era secretaria cuarta de la mesa, renunció al acta en junio del año pasado para incorporarse al gobierno de Torra, a diferencia de otros consellers, como Borràs, Elsa Artadi o Ernest Maragall, que optaron en cambio por simultanear ambos cargos.
El hasta entonces portavoz adjunto de Cs, Fernando de Páramo, dejó su escaño el verano pasado para integrarse en el equipo del presidente de Cs, Albert Rivera y coodinar la campaña electoral del 28-A, entregado ya el partido naranja a intentar el asalto de la Moncloa.
Y el pasado mes de marzo, la portavoz del grupo de los comunes, Elisenda Alamany, y el también diputado de CECP Joan Josep Nuet renunciaron a sus actas tras una larga crisis saldada con su salida de la formación y un acuerdo con ERC en virtud del cual la primera se convirtió en la número dos de la lista de los independentistas al Ayuntamiento de Barcelona y el segundo se integró como número cuatro en la candidatura de los de Junqueras al Congreso.