Estas son las consecuencias si no fichas la jornada laboral
El control de horarios sirve para proteger los derechos de los empleados pero también evitan que haya engaños por parte de algunos trabajadores
Antiguamente era marcando una tarjeta, ahora es colocando un dedo en un sensor o usando una aplicación en el móvil o el ordenador. No importa la tecnología, pero el acto de fichar, o sea de registrar la entrada y salida de un trabajo, es una obligación de todos los empleados, pero también de la empresa de controlar su cumplimiento.
Cualquier compañía, por más pequeña que sea, tiene que llevar un registro con el horario de inicio y finalización de cada jornada, así como de los tiempos de descanso; y otras incidencias como días de baja médica, vacaciones, etcétera.
Estos registros tienen que conservarse durante cuatro años, porque pueden ser consultados tanto por los empleados como por los representantes legales o por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Los registros de los fichajes tienen que ser guardados por cuatro años, y están a disposición de los empleados y de los inspectores de Trabajo
La obligación que sea fiable y objetivo
Según precisa ese organismo público, el registro tiene que ser diario: no se acepta enseñar el horario general de la compañía, o el calendario laboral de un mes o los tramos para determinadas actividades.
Según se había indicado en una sentencia del TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea), el registro tiene que ser fiable y objetivo.
Tanta precisión es necesaria para tener preciso determinados derechos laborales, como la reclamación de las horas extras, el derecho a la desconexión digital, el descanso de cada jornada o el de los fines de semana (o cuando corresponda).
El reclamo de horas extras
¿Qué puede suceder si no es así? Un ejemplo sirve para graficarlo: una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña, del 26 de junio de este año, dio la razón a un trabajador que reclamaba el pago de 1.250,50 horas extras.
Como la compañía no tenía un registro puntual de ellas, “la carga de la prueba recayó en la empresa”, precisan en el portal Economist Jurist.
Concretamente, la empresa fue sancionada con pagar 15.212,50 euros, más un 10% de interés por el retraso.
La sentencia precisaba que tener un registro es una obligación del empleador, y no puede ser que no cumplir con la ley le reporte un beneficio.
Otro caso a tener en cuenta: una sentencia del TSJ de Galicia dictaminó que si una empresa no tiene registro de trabajo, se supone que un empleado está a tiempo complejo y no parcial; a menos que tenga una forma alternativa de acreditarlo.
El control sobre los empleados
Sin embargo, no todos son motivos de vigilancia sobre la empresa, porque el llevar un registro de jornada también es una forma de controlar el correcto desempeño de los trabajadores; porque el incumplimiento de fichar puede llevar a un despido disciplinario.
Pero no lo que no cabe es el despido sorpresivo, indican en Economist Jurist, porque si antes se toleraba esta infracción, de repente no puede ser motivo para expulsarlo del trabajo.
Retrasos y engaños al fichar
El Supremo en otra ocasión falló que si el trabajador suele retrasarse para fichar en su trabajo se le puede sancionando descontando parte de la nómina.
Si un empleado ficha para un trabajo remoto y se dedica a hacer cualquier otra cosa menos sus funciones, puede ser despedido.
También cabe recordar la sentencia del Supremo del 22 de septiembre del año pasado, en que un trabajador del sector de la limpieza fue echado de su trabajo por haber falseado sus cuadrantes de trabajo.
Sin embargo, un empleado puede recurrir un despido por improcedente si el sistema de fichaje tiene errores o no es fiable.
Y la empresa no puede argumentar que el trabajador no había avisado de los problemas técnicos, porque es su responsabilidad que funcione correctamente.