Escrivá y el Banco de España: Sánchez coloniza el Estado con 15 exministros fieles en puestos clave
La designación del ministro para la Transformación Digital como nuevo gobernador no es la única controvertida del presidente: ha colocado a gran parte de sus exministros en organismos y empresas públicas
El nombramiento del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, como nuevo gobernador del Banco de España es solo el último ejemplo de una política que ha ejercido Pedro Sánchez desde que llegó a La Moncloa: colocar a miembros fieles de su gabinete en puestos clave para el Estado.
Hasta 15 exministros, contando al futuro gobernador, han encontrado acomodo en organismos clave como el Consejo de Estado, la Comisión Europea o diversas empresas públicas o participadas por el sector público.
La que fuera vicepresidenta del Ejecutivo y ministra de la Presidencia, Carmen Calvo, es la flamante presidenta del Consejo de Estado desde principios de este año. Por esta posición había pasado, anteriormente, quien fuera la titular de Trabajo en el primer Gobierno de Sánchez y autora de la mayor subida interanual del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta la fecha, Magdalena Valerio, aunque su mandato fue revocado por la Justicia por no ser considerada una jurista de reconocido prestigio.
En esta institución también se sienta otra de las ministras de Sánchez en su Gobierno monocolor: quien fuera ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, es ahora consejera permanente de la institución.
Europa, la otra salida de ministros
Otra vicepresidenta de Sánchez y uno de sus flamantes fichajes, la exministra Nadia Calviño, pasó de la Dirección General de Presupuestos en Bruselas a tomar las riendas de la cartera de Economía tras la moción de censura en junio de 2018. Su viraje de un puesto técnico a ser la vicepresidenta política y ‘número dos’ de Sánchez se vio compensado con la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el brazo inversor de la Unión Europea y mayor entidad financiera multilateral del mundo.
En Bruselas también tienen su asiento dos destacados miembros de la guardia pretoriana de Sánchez. Allí colocó en 2019 al entonces titular de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, como nuevo Alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, uno de los ‘top jobs’ de la Unión Europea. Sánchez consiguió entonces su primera gran victoria en las instituciones europeas, colocando a una figura que, fuera del Gobierno, le permitió después pactar la investidura con los independentistas de ERC.
A Borrell, como vicepresidente no ejecutivo de la Comisión Europea, le puede sustituir pronto una vicepresidenta con mando en plaza. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, es la candidata española a hacerse con una cartera en el Ejecutivo comunitario, por lo que su salida en las próximas semanas está cantada.
Además de su buen nombre entre los Veintisiete, labrado desde 2018, se suma el hecho de ser una de las pocas mujeres postuladas por parte de los Estados Miembros. Varios medios de comunicación ya apuntan a que podría ser la responsable de una macrocartera de Transición Ecológica, Digital y Social en el segundo mandato de Ursula von der Leyen.
Embajadas y empresas públicas
Dos titulares de la cartera de Justicia dieron el salto del Gobierno a dos puestos clave del organigrama. La primera, Dolores Delgado, pasó del Ejecutivo a ocupar la Fiscalía General del Estado, aunque este fue un mandato breve y muy polémico. El segundo, Juan Carlos Campo, es ahora uno de los magistrados del Tribunal Constitucional que tendrá que dar luz verde a numerosas leyes de Sánchez recurridas por la oposición. Ya ha avanzado que abstendrá del debate sobre la Ley de Amnistía.
Las embajadas han sido otro de los destinos predilectos por el presidente del Gobierno para colocar a sus exministros, aunque este juego de las sillas no es nuevo y lo han practicado prácticamente todos los Ejecutivos. La exministra de Educación y portavoz, Isabel Celaá, es la embajadora ante la Santa Sede. A Héctor Gómez, extitular de Industria, Comercio y Turismo, Sánchez lo envió como representante ante la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York. Otro peso pesado de Sánchez, Miquel Iceta, es el enviado ante la Unesco.
Las empresas públicas son el otro gran retiro dorado para los exministros. Tras su salida del Gobierno, el presidente colocó a la exministra de Transportes, Raquel Sánchez, como nueva titular de Paradores. El anterior ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, fue colocado como responsable de Mercasa. En otra, Hispasat, Sánchez colocó al exministro de Ciencia Pedro Duque tras fichar a Jordi Hereu como nuevo titular de Industria.
En las empresas públicas abundan también los ‘segundos espadas’ del Gobierno que fueron recolocados tras su salida. Un ejemplo es Pedro Saura, ahora presidente de Correos tras pasar por Paradores, que antes fue secretario de Estado de Transportes. O Juan Manuel Serrano, que fue jefe de gabinete de Sánchez como secretario general del PSOE y después situado en Correos. Ahora dirige la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT).
Un comentario en “Escrivá y el Banco de España: Sánchez coloniza el Estado con 15 exministros fieles en puestos clave”
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Cómo han hecho todos los gobiernos del signo que sean, socialistas o populares, así que hemos descubierto la pólvora mojada.