ERC destroza la autoridad de Quim Torra
Aragonès enmienda la plana a la portavoz del govern e insiste en no descartar el adelanto electoral que el president y JxCat rechazan
ERC sigue alimentando la disputa con sus socios de Junts per Catalunya (JxCat) y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en torno a un eventual adelanto electoral que los de Oriol Junqueras quieren activar en cuanto el Tribunal Supremo dicte sentencia en la causa del procés, y del que los posconvergentes, con Torra a la cabeza, no quieren saber nada.
Este miércoles, ha sido el vicepresidente y hombre fuerte de Esquerra en el gobierno catalán, Pere Aragonès, quien ha insistido en que, a diferencia de lo que afirma el president, unas elecciones anticipadas no están ni mucho menos descartadas. Una vez el Supremo se manifieste, ha dicho, «todas las posibilidades han de estar sobre la mesa». Incluida, claro está, la de las urnas.
Tanto JxCat como Torra y la portavoz del gobierno catalán, la también posconvergente Meritxell Budó, han insistido desde el domingo en subrayar que la potestad de convocar elecciones es exclusiva del proesidente de la Generalitat. En Esquerra lo admiten, pero también cuentan con poder forzar esa decisión, porque sin ellos en el ejecutivo catalán, este no aguantaría.
«Si el govern ha de responder a la sentencia del Tribunal Supremo tendremos que acordar la respuesta», alegó Aragonès al ser preguntado sobre el asunto en un acto en Barcelona. «En este sentido todas las posibilidades han de estar sobre la mesa, y a la vez seguir gobernando», remató.
Réplica de Aragonès a Budó
El martes, Budó lanzó un mensaje a ERC. La portavoz del govern remarcó que nadie en el seno del ejecutivo ha planteado un adelanto electoral, y añadió que, en cambio, lo que el propio Aragonès sí ha puesto sobre la mesa es la necesidad de activar los trabajos para los presupuestos del año que viene, lo que la consellera equiparó a la voluntad de Esquerra de que el gobierno tenga continuidad más allá de la sentencia.
Pero Aragonès rechazó esa lectura. La confección de las partidas presupuestarias no puede no hacerse «a la espera de la reacción de la sentencia, que aún no sabemos cuál es», argumentó el vicepresident.