Entra en vigor el estado de alarma en Madrid: qué puede hacerse y en qué municipios
El decreto aprobado por el Gobierno prohibe entrar y salir de diez municipios madrileños salvo por causas justificadas
La aplicación del estado de alarma en Madrid a partir de este viernes y durante los próximos 15 días supone restricciones en la movilidad y también en la vida social. El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha visto abocado a tomar esta decisión tras el varapalo judicial que tumbó la orden ministerial de Salvador Illa al ver «injerencia en derechos fundamentales» y la negativa de Ayuso para aplicar las medidas.
El Gobierno de Sánchez ha impuesto esta medida a varios municipios de la Comunidad de Madrid, más allá de la capital madrileña: Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz. Todos ellos cuentan con una incidencia acumulada de 500 casos por 100.000 habitantes en 15 días con una positividad de PCR superior al 10% y con una ocupación Covid-19 en las camas de las UCI.
Restricciones para entrar y salir de las zonas confinadas
Una de las medidas más polémicas son las referentes a las limitaciones de movilidad. El decreto aprobado por el Consejo de Ministros impone restricciones para entrar y salir de los municipios, que solo podrán producirse para ir al trabajo, ir a clase, para volver al lugar de residencia, acudir a la asistencia de personas dependientes o menores, ir al banco o al seguro para gestiones inaplazables, acudir a la justicia o renovar documentación o trámites administrativos.
El Ejecutivo central, que será «a los efectos del estado de alarma, la autoridad competente», ha recordado que dentro de las zonas confinadas «la circulación de las personas en tránsito a través de los ámbitos territoriales que constituyen el ámbito de aplicación de este real decreto no estará sometida a las restricciones establecidas en el apartado anterior.
Así justifica el Gobierno el decreto
«Dada la localización geográfica central en el territorio nacional de estos municipios y la gran densidad demográfica con la que cuentan, resulta preciso adoptar medidas concretas y urgentes para estas localidades, a fin de controlar la epidemia y proteger la salud de sus habitantes y del resto de la población», ha justificado el decreto del Gobierno.
El Gobierno recuerda que Madrid, precisamente por su radialidad, puede convertirse en un problema para otras zonas no tan contaminadas por el virus: «Esta medida es avalada por la situación de concentración y radialidad de sus vías de comunicación, que, además, constituyen un punto estratégico de desplazamiento hacia el exterior».
Una historia de desencuentros entre Ayuso y Sánchez
El estado de alarma ha sido la consecuencia de varios desencuentros entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno. La región de Díaz Ayuso se oponía a la rigidez de las medidas impuestas en la orden ministerial para evitar la crecida de contagios y llevó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TJSM) la decisión.
El tribunal dio un revés al Gobierno, puesto que no avaló las medidas al no estar sujetas al ordenamiento jurídico y entender que se estaba produciendo una «injerencia en los derechos fundamentales». Una Ayuso triunfarilista tendió la mano a Sánchez para volver al consenso de la Puerta del Sol, pese a que el presidente respondió con la aplicación del estado de alarma.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha cargado con dureza contra Isabel Díaz Ayuso, al considerar que el gobierno regional y el PP han decidido «no hacer nada». Sánchez ha ofrecido a Ayuso que dictara una orden propia de medidas especiales, que pidiera el estado de alarma o que fuera La Moncloa la que, unilateralmente, impusiera el estado de alarma.