El Supremo avala los nombramientos de Campo y Díez en el Constitucional y tumba los recursos de Vox
El Tribunal Supremo considera que los recursos presentados por la formación liderada por Santiago Abascal carece de legitimación
El Tribunal Supremo avaló este jueves los nombramientos de Juan Carlos Campo y Laura Díez como magistrados del Tribunal Constitucional y rechazó los recursos de Vox contra la designación de ambos por considerar que la formación dirigida por Santiago Abascal carece de legitimación para presentarlos.
El TS toma esta decisión en dos sentencias en las que sigue el criterio de la Abogacía del Estado y que se han adoptado por mayoría, pues uno de los cinco integrantes del tribunal ha presentado un voto particular al considerar que se debió reconocer la legitimación del partido, aunque entiende que ambos recursos merecían desestimarse.
Los recursos de Vox sostenían que el nombramiento de Campo y Díez como magistrados del TC atentaría contra la independencia e imparcialidad que deben ostentar estos cargos, ya que ambos ocuparon puestos destacados en el Gobierno. Además, ponían en duda los méritos de ambos para ser nombrados.
Las sentencias, con ponencia del magistrado Pablo Lucas Murillo, inadmiten el recurso y señala que hay abundante jurisprudencia sobre la falta de legitimación de los partidos políticos para cuestionar judicialmente actos que en caso de ser anulados no les reportaría ninguna ventaja específica ni les evitaría ningún perjuicio concreto.
El Supremo indica que el decreto de nombramiento «no es un reglamento, ni un acto administrativo, ni un acto político del Gobierno» y, por tanto, «no puede recurrirse como si lo fuera y esta Sala carece de jurisdicción no solo para conocer del nombramiento, sino también para revisar el acto del Pleno del Tribunal Constitucional que verifica que los nombramientos se han producido en quienes reúnen los requisitos constitucional y legalmente exigidos».
Campo y Díez fueron nombrados miembros del TC en noviembre de 2022, cuando debía renovarse el tercio que correspondía al Gobierno y al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Su elección fue polémica porque Campo había sido ministro de Justicia y Díez tuvo un puesto de asesora en La Moncloa.
Voto particular
El magistrado Antonio Jesús Fonseca-Herrero Raimundo, en su voto particular, reconoce la legitimación de Vox para presentar recurso porque, a su juicio, las formaciones políticas no solo pueden defender sus ideas en las contiendas electorales, sino también ante los tribunales. En este caso, avala su pretensión de recibir una respuesta del TS.
El voto particular estima que el recurso contencioso administrativo también es una herramienta de utilidad para fines de naturaleza política, por lo que «resulta excesivamente restrictiva la decisión de privar al partido político recurrente del ejercicio de facultades jurídicas en defensa del interés advertido».
No obstante, este magistrado reconoce que el control sobre si se cumplen los requisitos para el cargo que ostentan Campo y Díez «compete, de forma exclusiva y definitiva, al pleno del Tribunal Constitucional».