El PSOE se esconde en la madriguera hasta que Rajoy se desespere
Los socialistas quieren curarse las heridas y dejar toda la responsabilidad al líder del PP, con la mirada en el congreso del partido que deberá renovar el proyecto y el liderazgo
El PSOE está desnortado. La situación es de extrema debilidad. Es cierto, sin embargo, que ha logrado mantenerse como la primera fuerza de la izquierda. Pero la realidad no ha cambiado. Sus 85 diputados representan el peor resultado de la historia reciente. Por ello, la dirección socialista ha decidido esconderse en la madriguera, y pasar toda la responsabilidad a Mariano Rajoy para formar gobierno. No habrá ni voto a favor ni abstención para facilitar su investidura. No hasta que se clarifique el panorama, y eso dependerá «del propio Rajoy», como expone un dirigente del partido.
Los distintos barones del PSOE se pronunciaron este lunes. También la dirección orgánica. Y el mensaje fue distinto, pero sólo de forma aparente. Mientras Guillermo Fernández Vara, el presidente de Extremadura, aseguraba que el PSOE no se podía permitir, ante sus propios votantes, dejar a España sin gobierno, con la idea de facilitar la investidura a Rajoy, el portavoz del partido Antonio Hernando instaba a Rajoy a buscar los socios por «afinidad ideológica».
Pero en los dos casos, lo que se anunciaba es que el PSOE necesita tiempo, que quiere su momento «interno» para analizar qué puede hacer.
Un tiempo para el egoísmo
El comité federal del 9 de julio será determinante. Hasta ese momento, el PSOE no quiere ruido. «Necesitamos ahora ser egoístas», asegura un dirigente socialista, que señala que el riesgo que ha superado el PSOE es enorme, –no quedar superado por Podemos– pero que eso no supone un gran alivio, porque el problema de liderazgo y de proyecto político sigue ahí.
Para septiembre u octubre se espera un congreso, en el que se podrían presentar varios candidatos. Los dirigentes consultados admiten que Pedro Sánchez no ha solucionado la necesaria identificación de un líder con el proyecto político, que los electores no perciben que deba ser el dirigente del futuro, aunque lo más importante es también redefinir qué se desea defender y cómo, en un momento histórico en el que la socialdemocracia está perdida en toda Europa.
A eso se añade el hecho en España de que Podemos «ha tratado de hacer suyas todas las propuestas del PSOE».
Susana Díaz, tocada
Lo ocurrido este domingo deja una otra evidencia para el PSOE. Susana Díaz, la presidenta de la Junta de Andalucía, que ha parado los pies a Podemos, con una diferencia de más de 500.000 votos, pero se ha visto superada por el PP y su apelación al voto útil. Eso implica que no está en las mejores condiciones para optar al relevo de Sánchez. Lo que ella misma pidió es que el PSOE se prepare para estar «en la oposición».
La decisión del PSOE, por tanto, es dejar a Mariano Rajoy toda la responsabilidad para que abra otros escenarios, con Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria. Con todos ellos sumaría 175 diputados, y sólo necesitaría un escaño para formar la mayoría necesaria de los 176. Podría llegar, curiosamente, de las filas del PSOE, del canario de Nueva Canarias Pedro Quevedo, que se presentó en coalición con los socialistas. Quevedo se mostró dispuesto este lunes a abstenerse, siempre que lo acuerde con el PSOE.
Rajoy insiste: quiere al PSOE
Pero lo que quiere Mariano Rajoy es un amplio acuerdo con el PSOE, para iniciar las profundas reformas que necesita España en los próximos años. El líder del PP no quiere únicamente garantizarse la investidura, sino un acuerdo de legislatura. El propio Rajoy señaló, que, pese a estar abierto a todas las posibilidades, llamará en los próximos días a Pedro Sánchez para buscar ese acuerdo.
Los socialistas quiere esperan. Sólo al final, cuando Rajoy vea que no tiene otras opciones, cuando sea evidente el planteamiento político del líder del PP, el PSOE se dispondrá a escuchar.
La disyuntiva es entre los intereses del propio partido o del conjunto de la sociedad española. Puede ocurrir, sin embargo, que todo ello no sea contrictorio. ¿Castigarían los electores socialistas una abstención del PSOE a Rajoy, cuando éste ha conseguido 14 escaños más que el 20D? En el PSOE no se quiere responder a esa pregunta todavía.
Todo llegará, se apunta.