El plan de Sánchez: ni son 3.750 millones ni es solo para el automóvil
Las ayudas a la automoción anunciadas por el Gobierno son en realidad un paquete de incentivos que deberá compartirse con el resto de la industria española
Tras casi dos años de rifirrafes con el mundo de la automoción, Pedro Sánchez da a conocer el plan de rescate para la industria tras el golpe del coronavirus. El estado de alarma obligó a paralizar fábricas y concesionarios, por lo que el sector redujo su actividad a la mínima expresión durante meses. Para reactivarlo, y adaptarlo al ya incierto futuro eléctrico, el presidente del Gobierno anunció este lunes un paquete de 3.750 millones de euros de ayudas. Solo existe un pequeño problema: el automóvil verá solamente un porcentaje todavía por determinar de la lluvia de millones anunciada.
“Este plan es un claro ejemplo del compromiso existente con el sector; el motor saldrá fortalecido de esta crisis”, presumió Sánchez con su Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción en la mano. El principal sostén del flamante proyecto serán dos convocatorias de los préstamos Reindus, enfocados a la totalidad de la industria española, por valor de 1.800 millones de euros para los años 2021 y 2022.
Los créditos se financiarían a través del plan Next Generation EU: 750.000 millones de euros que la Comisión Europea repartirá entre los estados de la UE y de los que el Gobierno aspira a rascar un buen pellizco. De aquí saldrán los fondos para Reindus, pero los 1.800 millones se repartirán por toda la industria y solo un porcentaje, todavía por determinar, irá destinado al automóvil.
En 2019, solo 14 proyectos de automoción accedieron a los préstamos Reindus por los 43 de la industria de la alimentación
El propio documento hecho público por el Ejecutivo habla de “optimizar el programa de préstamos” para hacerlo más flexible y acorde a las necesidades de la industria. Y remata: “El sector de la automoción se podrá beneficiar con una parte sustantiva del programa”. Ninguna concreción acerca de la porción que le tocará.
Lo cierto es que el programa Reindus no es nuevo, por lo que es posible hacer una comparativa del anuncio del Gobierno con las anteriore ediciones. Dotado de 400 millones de euros anuales, Sánchez incrementaría la partida hasta los 900 millones. Eso sí, la competencia es feroz: en 2019 se financiaron 43 proyectos de la industria de la alimentación, 37 proyectos para la fabricación de productos metálicos y solamente 14 proyectos para la elaboración de vehículos de motor.
Además, a falta de ver la «optimización» del plan, las bases de la última convocatoria son claras: «Las empresas adjudicatarias han de presentar los correspondientes avales para optar a las ayudas». Es decir, el Estado no se coloca como sostén de las compañías como sí hace con los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) lanzados en las primeras semanas del estado de alarma.
Dentro del plan, Sánchez incluyó la flexibilización de parte de los créditos Reindus ya concedidos, algo ya anunciado
Dentro del anuncio de los 3.750 millones de euros, el Ejecutivo también colocó una partida de 390 millones de euros para «flexibilizar» los créditos Reindus otorgados hasta el momento. La medida tampoco es nueva, pues ya se hizo pública a comienzos del mes de abril, cuando comenzó a otorgar aplazamientos y prorrogas en la devolución de estos préstamos.
Ahora, a las concesiones vigentes se les dará la posibilidad de modificar a la baja los tipos de interés al 0,1% para las pymes y al 0,19% para las grandes empresas durante el primer año.
De este modo, Sánchez hinchó un plan que sí tiene partidas específicas para la automoción. Es el caso de un paquete de 95 millones de euros para la formación profesional de los trabajadores del sector y los 415 millones que se invertirán en I+D para proyectos como la instalación de 5G para crear corredores «de transporte terrestre» o los vehículos propulsados con hidrógeno.
Las ayudas de Sánchez a la compra satisfacen a los fabricantes
A pesar de la inclusión de partidas que realmente son para toda la industria, las cuatro grandes patronales del sector de la automoción celebraron el paquete de ayudas. Tanto Anfac –fabricantes–, como Sernauto –componentes–, Faconauto –concesionarios– y Ganvam –talleres– celebraron el plan que, según ellos, «reconoce la importancia del sector de la automoción como tractor de la economía».
Las organizaciones destacaron el incremento de las deducciones fiscales «por innovación tecnológica» y el paquete de 550 millones de euros para «la renovación del parque», una de las grandes demandas de Anfac durante los últimos dos años. «Necesitamos la activación rápida del mercado para recuperar el empleo y dinamizar de nuevo fábricas y ventas», apremió su presidente, José Vicente de los Mozos.
La propuesta estrella para incentivar la compra de coches es un paquete de 250 millones de euros de ayudas directas para que los particulares puedan renovar su automóvil. Además, se dotará con 100 millones nuevos el plan Moves y otros 100 millones para que la administración pueda adquirir turismos de cero emisiones. Los 100 millones restantes procederán del superávit de los Ayuntamientos, que podrán abordar una «renovación eficiente» de su flota.
Las ayudas serán efectivas desde este martes, de forma que todos los consumidores que compren a partir de ahora podrán acceder si cumplen con los requisitos estipulados. El impulso gubernamental saltará desde los 400 hasta los 4.000 euros según el vehículo adquirido. Los automóviles con etiqueta CERO vendrán acompañados con ayudas de 4.000 euros. Para los que dispongan del distintivo ECO, el incentivo será de 1.000 y 600 euros –según su clasificación energética, A o B– y los que tengan la etiqueta C se primarán con entre 800 y 400 euros.
Economía Digital se puso en contacto con el Ministerio de Industria para conocer si se había establecido un porcentaje de los nuevo préstamos Reindus destinado a la automoción, pero al cierre de esta pieza no obtuvo respuesta.