El partido de Colau se retrata en el Superior de Cataluña
Nuet, diputado de Catalunya sí que es pot, asegura que la presidenta del Parlament hizo bien y que "nadie puede saltarse el estado de derecho para luchar contra el independentismo"
El partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha retratado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al arropar a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. La defensa de su actuación, en la votación de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente para la independencia de Cataluña, deja a Catalunya Sí que es pot en un aliado del bloque independentista.
El apoyo se concretó este lunes, con la declaración de Joan Josep Nuet, el diputado de Catalunya Sí que es pot, secretario tercero de la Mesa del Parlament. En su explicación, ante el TSJC, Nuet defendió a Forcadell al señalar que «aplicó correctamente el reglamento del Parlament». La tesis de Nuet es que se trata de «un juicio político», en la línea de la defensa de Junts pel Sí, y de todo el bloque independentista.
Nuet señaló, ante la juez que instruye el caso, que Forcadell no pudo hacer otra cosa que permitir la votación, y permitir el cambio en el orden del día, como pidieron dos grupos parlamentarios, Junts pel Sí y la CUP. La defensa de Forcadell se basa en que cumplió con las reglas del propio Parlament, y que «no se puede saltar el estado de derecho para luchar contra el independentismo». Según el diputado, «esto no va de independentismo», y que la intención fue la de llevar «el debate en la calle a las instituciones».
La imagen que desea Puigdemont
Para Junts pel Sí, y especialmente para el presidente Carles Puigdemont, se trata de un apoyo de un enorme valor, que le permite contestar al Gobierno central con un argumento «democrático», con la idea de que se trata de defender el derecho a decidir del «pueblo catalán». Es un bálsamo que el bloque independentista recibe con el objeto de ampliar la base social.
Aunque Catalunya Sí que es pot no es la fórmula definitiva que busca Ada Colau –pondrá en marcha su proyecto político en abril con la fórmula de En Comú Podem, la marca que se presentó en las últimas elecciones generales— se trata claramente de una muestra de apoyo de la alcaldesa de Barcelona a Carme Forcadell en un momento en el que se podría concretar el tan ansiado choque de trenes, por parte de los independentistas, con el Estado. La nueva formación ha comenzado a caminar, con la confluencia de diferentes espacios, tras un primer encuentro celebrado, precisamente, este lunes.
Esa imagen de Colau al lado del proceso —participará este viernes en la cumbre independentista— la busca continuamente el presidente Puigdemont, como ocurrió la pasada semana en un encuentro en el Palau de la Generalitat para abordar las nuevas tarifas del transporte público.
El contraste con Ciudadanos o el PSC
Esa aproximación no evita las críticas de la dirección del PDeCat a Catalunya Sí que es pot por su ambigüedad, por su cálculo excesivo para aparecer como partidarios del derecho a decidir, pero contrarios a la independencia. En cualquier caso, para Puigdemont la proximidad de Colau es muy necesaria, porque el propio partido que representa, el PDeCat, la ex Convergència, necesita caminos para dar marcha atrás, cuando sea pertinente, sobre el referéndum de autodeterminación que se exige.
La actuación de Nuet ante el TSJC constrastó con las declaraciones de otros miembros de la Mesa del Parlament, como José María Espejo, de Ciudadanos, vicepresidente segundo de la Mesa. Según Espejo, Forcadell fue advertida de que cometía «un fraude de ley» por permitir la votación.
En la misma línea se pronunció el diputado del PSC, David Pérez, secretario segundo en la Mesa. Aunque reclamó que se trata de un «conflicto institucional», Pérez consideró que Forcadell no cumplió el artículo 82 del reglamento de la cámara catalana, que señala que «ninguna discusión puede comenzar si, como mínimo, dos días antes no se ha distribuido el infome, el dictamen o la documentación que debe servir de base en el debate, a excepción de un acuerdo de la Mesa o de la comisión en sentido contrario». Eso, ha recordado el diputado del PSC, no sucedió.
El beneficio de Colau
El Tribunal Constitucional, de forma paralela, ha abierto un nuevo procedimiento judicial para inhabilitar a Forcadell y a los cuatro miembros soberanistas de la Mesa, que incluiría a Nuet, pero no a Espejo o a David Pérez.
De cara a los próximos meses, que pueden ser cruciales en la política catalana, esa defensa de Colau de Forcadell puede ser una válvula de escape para Puigdemont. Colau es consciente de ello, pero también de que la petición de un referéndum en Cataluña, según diferentes encuestas, es mayoritaria y transversal en la sociedad catalana. Y quiere beneficiarse políticamente de ello, aunque no se declare independentista.