El Gobierno destina menos de 2 millones a borrar el virus del agua
El Ejecutivo encarga a la empresa pública Tragsa el análisis urgente de las aguas residuales y zonas de baño para detectar el coronavirus
La presencia del coronavirus en el agua se ha convertido en una de las grandes preocupaciones del Gobierno de Pedro Sánchez en esta fase final de la desescalada y la nueva normalidad, ante el riesgo de rebrotes que obliguen a volver a confinar territorios, con o sin estado de alarma. Con la llegada del verano, la noche de este sábado 20 de junio, playas, lagos, ríos y piscinas se llenarán de gente pese a las restricciones y hay que asegurarse que el agua está limpia de Covid-19.
Para hacerlo, el Ministerio para la Transición Ecológica destinará un presupuesto de menos de 2 millones de euros a hacer un análisis urgente de las aguas para “el control de la presencia de contaminación microbiológica en las aguas continentales, en particular en las residuales urbanas y en zonas de baño, con el fin de identificar la presencia del virus SARS-CoV-2”, según informa El País.
El Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos ha encomendado esta tarea a la empresa pública de servicios Tragsa, con un presupuesto de 1,988 millones de euros, que deberá recopilar datos de todas las depuradoras de aguas residuales de todas las cuencas y demarcaciones hidrogáficas para la detección del coronavirus.
Búsqueda de coronavirus en aguas de hospitales, hoteles y aeropuertos
El análisis priorizará las zonas más sensibles, es decir, aquellas que “contengan efluentes procedentes de hospitales, zonas turísticas o aeropuertos”. El motivo de ello es que localizar una concentración del virus SARS-CoV-2 en las aguas es un potente indicador de rebrotes de coronavirus.
También se centrará en “el análisis del uso del agua regenerada en aquellos municipios con tratamientos de depuración insuficientes o en tramos de ríos, lagos o embalses susceptibles de usarse para el baño”, según el pliego del contrato del ministerio que lidera Teresa Ribera con Tragsa, así como en “zonas de aguas de baño con un elevado potencial de usuarios para estudiar los posibles efectos en estas aguas del virus”.
Se espera que este estudio de las aguas residuales encargado por el Ministerio de Transición Ecológica a Tragsa, que es complementario al control de las depuradoras, arroje los primeros resultados en julio, si bien no concreta mucho más.