El ‘efecto relator’: Sánchez pide al PSOE homologar el discurso
Después de tranquilizar al sector crítico del PSOE cerrando el diálogo con el independentismo y convocando elecciones, Sánchez pide "unidad"
La figura del relator para impulsar el diálogo con el independentismo supuso una auténtica convulsión. Las críticas le llegaron a Pedro Sánchez desde la oposición, pero también desde el PSOE, con importantes dirigentes de la formación cuestionando al presidente del Gobierno por aceptar esa figura en las negociaciones con la Generalitat.
El revés de Sánchez y su portazo al diálogo con los independentistas no fue suficiente para detener el «efecto relator«. El líder socialista se encontró ante un partido multidiscurso antes de convocar las elecciones generales del 28 de abril, y tras el anuncio se apresuró a poner los puntos sobre las íes.
Fuentes socialistas revelan que el pasado lunes, cuando Sánchez se reunió con la comisión ejecutiva federal del PSOE, además de explicar su decisión de convocar elecciones pidió a su partido «unidad» de cara a los comicios. El discurso tiene que ser el mismo en toda España, insistió.
El secretario general de la formación respetó el deseo de los barones de no convocar un «superdomingo» electoral en mayo (uniendo las generales, las municipales y las europeas) y, a cambio, ahora quiere una precampaña y una campaña electoral con un discurso socialista homogéneo.
La petición de Sánchez no incluye solo la campaña de las generales, sino también a los comicios de mayo, al entender que el PSOE se juega el poder estatal, autonómico y municipal en el primer semestre del año, según las fuentes socialistas citadas por Europa Press.
Sánchez pide «unidad» al sector crítico del PSOE
Sánchez no los mencionó por su nombre, pero su clamor por la «unidad» en el discurso electoral fue dirigida a Emiliano García Page, Guillermo Fernández Vara y Javier Lambán, los presidentes autonómicos socialistas que le criticaron por la figura del relator.
También se dirigió indirectamente a los diputados José María Barreda y Soraya Rodríguez, a los históricos Alfonso Guerra y Felipe González, y al presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, uno de los más duros en sus críticas por el curso que había tomado el diálogo.
Una vez concluida la crisis del relator, y tras la caída de los presupuestos que precipitó el adelanto electoral, las figuras socialistas críticas recuperaron la calma y no se han vuelto a pronunciar en desacuerdo con el máximo dirigente del partido.
La sede socialista no ha recibido quejas por la fecha de las elecciones, pues como ya habían manifestado algunos barones el 28-A permite un relato de cara a las europeas, municipales y autonómicas de mayo, que explique que el PSOE al final no ha cedido a las exigencias separatistas.
Pero el «efecto relator» es más profundo. El resentimiento que provocó Sánchez con esta crisis es un tatuaje permanente para algunos miembros del PSOE, que prefieren que se hable lo menos posible del asunto porque temen que termine restando votos en algunos territorios.