El delfín de Puigdemont se queda sin careta por sus contratos a dedo
La justicia cifra en 260.000 € los contratos que Borrás atribuyó arbitrariamente, lo que supondría cuatro delitos de corrupción
Laura Borrás, favorita de Carles Puigdemont para sucederlo a la cabeza del partido independentista de Junts per Catalunya, mostró indignación en su comparecencia en el Partament hace un año en referencia a la investigación que recibe por haber realizado supuestamente contratos a dedo en su gestión en Institución de las Lletres Catalanes (ILC). Ahora esas declaraciones se cuestionan al haberse descubierto unos correos electrónicos entre la duputada y un informático, Isaías Herrero, donde se aprecian irregularidades en los contratos que le adjudicó en ILC.
Tras hacerse pública la investigación judicial queda en entredicho su futuro político y como actual portavoz en el Congreso de Junts per Catalunya al salir en evidencia que se trata de un total de 18 expedientes por valor de 259.863 euros, cantidad que se fragmentó por importes inferiores a 18.000 euros, para eludir la obligación de adjudicarlos por concurso público.
La jueza de Instrucción número 9 de Barcelona, Silvia López Mejía, ya ha pedido al Supremo que investigue a la diputada de JxCat Laura Borràs concretamente por prevaricación, malversación, fraude y falsedad documental dado que sostiene que «abusó» de su cargo de presidenta a cargo de la institución entre 2013 y 2017.
Se basa, según el escrito, en conversaciones telefónicas y correos electrónicos de los que se desprende que Borràs participó «material y directamente» en la adjudicación de contratos a Isaías Herrero, imputado también en la causa. Esto, según la jueza, habría causado un «claro perjuicio» a las arcas públicas, pese a que la «exconsellera» era conocedora de la prohibición legal de fraccionar en varios contratos un mismo objeto contractual.
Las conversaciones que prueban el delito
La magistrada especifica que en una cadena de correos electrónicos, Borrás le advertía a Herrero: «El presupuesto tiene que quedar detallado como si fueran profesionales independientes para los totales que no pueden superar, como ya sabe los 18.000 euros. Si ven que lo que se ha hecho es fraccionar un encargo completo en diversos paquetes es cuando piensan que ha habido una infracción. La cuestión es fraccionar».
Por otro lado, el colaborador de Borràs que habría estado beneficiado por los contratos a dedo y que ya está procesado por narcotráfico y falsificación de billetes, relataba en sus correos electrónicos a uno de sus socios que “Con la Borràs, con la jefa, facturo unos trapis por allí”. Admitió que tenía que elaborar varios presupuestos y fantaseó con un futuro aún mejor.
“Imagínatela de ministra de Cultura y a mí dándome trabajo de esto. Pues de puta madre”. «Lo jodido es si la Borràs deja de ser directora», señalaba en una conversación utilizada como prueba en el caso.
La falta a la verdad de la consejera Borrás hace un año
En su día, la número uno de la lista de JxCat en las elecciones del 10 de noviembre, alegó que había sido víctima de “noticias falsas” denunciando que estaba sometida a un “asedio de mentiras” y a un “linchamiento público”.
También negó rotundamente haber fraccionado ningún contrato para beneficiar a Herrero intentando eludir los concursos públicos, con quien ha compartido un tiempo en el grupo de investigación Hermeneia, además de un máster de la Universitat de Barcelona de literatura digital. La entonces consejera de Cultura se limitó a hablar de tres contratos que habrían aparecido en esas “noticias falsas”. “Tres años, tres objetivos. Hablar de fraccionamiento es ridículo”, añadió.