El Congreso se pone en marcha pendiente de ERC (y de sus mensajes)
La puesta en escena que Esquerra escoja para abrir la legislatura puede enturbiar su segunda cita con el PSOE, prevista horas después del pleno
«Tenemos que hablar». Es lo que le dijo Oriol Junqueras a Pedro Sánchez en la sesión constitutiva de la XIII Legislatura. «Lo vemos», es lo que en su momento explicaron fuentes republicanas que replicó el presidente del Gobierno en funciones. Seis meses, una investidura fallida y unas elecciones después, este martes vuelve a tocar constituir las cámaras. Y Junqueras, ya condenado por el Supremo, no estará para insistirle a Sánchez en su petición. Pero tampoco hace falta: seis meses, una investidura y unas elecciones después, ERC y PSOE ya hablan.
De hecho, ambas formaciones se han citado horas después del pistoletazo inicial de la legislatura, en la que será su segunda reunión en busca de un acuerdo que facilite la investidura de Sánchez. Y los socialistas cruzan los dedos a la espera de la actitud de los de Junqueras en el pleno del Congreso. Porque si se parece a la que mantuvieron en la sesión constitutiva de mayo, las críticas al acercamiento a los independentistas ensayado por Sánchez en busca de unos apoyos sin los que no le salen las cuentas —críticas externas e incluso en el seno del propio PSOE— solo pueden arreciar.
Hace medio año, Junqueras, que antes se cruzó dos veces con Sánchez en el hemiciclo, acató la Constitución «desde el compromiso republicano, como preso político y por imperativo legal». No volverá a darse el caso, porque ni él ni los tres procesados de Junts per Catalunya (JxCat) que el 28-A obtuvieron escaño en el Congreso pudieron repetir en las listas el 10-N al estar ya condenados. Pero está por ver qué hacen el resto de diputados independentistas. Y, muy singularmente, los de esa Esquerra con la que ahora negocian los socialistas.
Entonces, como fórmula de acatamiento, optaron por prometer la Constitución «por la libertad de los presos». Ahora, está por ver. Los republicanos quieren mantener la intriga. «Lo diremos mañana», zanjaban este lunes fuentes del partido al ser preguntadas por la fórmula escogida.
Ese, el de los acatamientos, se ha convertido en un caballo de batalla encarnizada. En mayo, PP y Cs pidieron que no fueran admitidos como válidos todos aquellos que hacían referencia a la existencia de «presos políticos», pero lapresidenta del Congreso, avaló todas las fórmulas por entender que cumplian con «el compromiso de respeto a la Constitución», por lo que ambos partidos elevaron la cuestión al Constitucional, que aún no ha admitido a trámite los recursos. Y ahora, Batet, interpelada al respecto por los populares, ha dicho que volverá a aplicar el mismo criterio que hace medio año.
Lazos y camisetas con esteladas
En todo caso, no es ese el único aspecto que puede enturbiar este martes la segunda cita de los negociadores del PSOE y los de Esquerra. En mayo, a la hora de la votación para escoger presidente del Congreso, ERC no votó a Meritxell Batet, que acabó haciéndose con el cargo con mayoría simple. Ahora, Batet tampoco necesita de los apoyos de Esquerra para salir elegida en segunda votación, en la que basta con que sea la candidata más votada, con lo que los socialistas no harán casus belli si la postura de los de Junqueras es la misma que entonces.
Otra cosa es si en la votación, que se hace con urna, los diputados de ERC volverán a introducir papeletas con la palabra «libertad» y un lazo amarillo como único mensaje, como hicieron entonces asumiendo que serían contadas como votos nulos.
La indumentaria por la que opten los diputados de Esquerra es otro elemento nada inocente al que prestar atención. Y, muy especialmente, la de la diputada Marta Rosique, que sigue siendo la más joven del hemiciclo, por lo que volverá a tocarle ejercer de secretaria de la mesa de edad, lo que implica pasar lista y llamar a los diputados a votar, cosa que en mayo hizo ataviada con una camiseta decorada con una estelada y el logo de Acció Antifeixista dels Països Catalans.
La puesta en escena de ERC este martes en el Congreso, y las mayores o menores variaciones que introduzca en la misma respecto de la de mayo, servirán a modo de aviso para navegantes de sus intenciones. Para Sánchez, para el resto del PSOE y para todos los demás.