El Cidob analizará con la complicidad de Exteriores y Defensa la independencia de Catalunya

El Think Tank que preside Carles Gasòliba proyectará Catalunya en el 2030 en sus relaciones con España y la Unión Europea

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El conocimiento será clave para que las ciudades puedan ser competitivas en el mundo. Y, en una feroz competición entre ciudades, Barcelona está bien posicionada. Además de las escuelas de negocios, que siguen en los primeros puestos internacionales, la ciudad cuenta, desde hace casi 41 años, con el Cidob, uno de los Think Tanks con más prestigio. Acaba de ser nombrado como el Think Tank con más influencia del sur de Europa en 2013, por el departamento de relaciones internacionales de la Universidad de Pennsilvania, y aparece en el puesto 16 de Europa Occidental.

Pero el Cidob, que se centra en el análisis de las políticas de seguridad y desarrollo, de globalización y regionalización, y de derechos humanos, no podía dejar de lado el debate soberanista que vive Catalunya. Bajo la presidencia de Carles Gasòliba, y dirigido por Jordi Bacaria, el Cidob analizará los posibles escenarios de futuro de Catalunya, en su relación con España y la Unión Europea.

Y lo hará con la complicidad de sus patronos, entre ellos el Ministerio de Exteriores y de Cooperación, y el Ministerio de Defensa, además de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona. Exteriores, precisamente, ha disminuido la ayuda al Cidob, porque sus aportaciones se enmarcaban en el capítulo de cooperación internacional, y esas partidas han sufridos grandes recortes. Pero apoya el proyecto, pese al rechazo del ministro José Manuel García Margallo al proyecto soberanista del Govern de CiU. Su rechazo ha sido contestado por el propio Ejecutivo catalán, con un informe de 50 páginas.

Impacto macroeconómico

Carles Gasòliba, aseguró este miércoles, en la presentación del plan director de la Fundación Cidob entre 2014 y 2017, que será un estudio “riguroso e independiente, desde el punto de vista intelectual”. La forma que se ha escogido toma distancias, porque el proyecto se enmarca en una colaboración internacional con otros centros. El caso catalán se analizará bajo el título de Escenarios macroeconómicos para el desarrollo de Catalunya (horizonte 2030).

El proyecto estará orientado a la acción política, es decir, dejará escenarios abiertos, y deberán ser los responsables políticos los que tomen decisiones en función de cada uno de ellos. Y participa el CEPS (un Think Tank de Bruselas), el ISIS, otro centro especializado en seguridad, y la Universidad de Atenas. También formarán parte investigadores del Cidob, el propio director, Jordi Bacaria, y Marc Gafarot, responsable del área de procesos internacionales de secesión.

Gasòliba, preguntado por ese área concreta, no quiso esconder la cuestión: «son procesos secesionistas, que han sido y son muy estudiados en todo el mundo, un fenómeno teorizado, y con una literatura abundante, así que és lógico que ese área se llame así». La cuestión es que se abordará el llamado proceso soberanista, buscando el máximo rigor, y siguiendo otras experiencias, como el colectivo Wilson, que agrupa a académicos que buscan todos los números de una posible Catalunya independiente.

Mayor proyección pública

Gasòliba aseguró que los patronos han secundado la iniciativa, que deberá marcar las diferentes posibilidades políticas, jurídicas y económicas de Catalunya en un proceso de independencia. El proyecto debería estar acabado en el mes de junio. Con esta iniciativa, el Cidob responde a esa inquietud entre el movimiento soberanista. Desde hace unos meses distintas fuentes nacionalistas, del Govern y de CiU, se mostraban inquietas por una cierta distancia mostrada por el Cidob.

Carles Gasòliba, sin embargo, que está logrando que el Cidob tenga una mayor proyección pública, consolidando su estrategia de financiación, con la participación de empresas privadas, se ha mostrado firme. Quiere hacer del Cidob un centro “independiente”, que tenga el prestigio internacional por sus investigaciones y sus actividades centradas en países estratégicos del mundo: Europa, el Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico emergente; con países como Rusia, Turquía, Argelia, Brasil, México, Japón, Corea del Sur y Pakistán.

Menor financiación institucional

La actividad del Cidob lleva una velocidad de crucero. El 10 y 11 de marzo acogerá la II Cumbre Europea de Think Tanks –con medio centenar de estas entidades, sobre todo europeas–, para analizar el papel que tienen en la salida de la crisis.

Gasòliba dio cuenta de las dificultades del Cidob, que son las mismas que otros centros, financiados en parte por instituciones públicas, que han recortado sus aportaciones. El presidente del centro internacional precisó que su ideal es que la financiación pueda llegar, en poco tiempo, a dividirse en tres partes: de aportaciones institucionales «para aguantar la estructura», de patrocinadores y de programas –tanto europeos como de otras regiones, o de gobiernos, como el noruego, que suele patrocinar muchos proyectos internacionales.

El presupuesto del Cidob es de 3 millones de euros. Ahora, las fuentes de financiación llegan casi en un 50% de instituciones públicas y otro 50% de programas y patrocinadores.

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