El Cercle d’Economia: Hay que reformar las instituciones, no derribar España
Antón Costas señala que el proceso soberanista sólo se puede solventar con “tiempo y paciencia”
El Cercle d’Economia se respeta a sí mismo. Y eso implica que dará voz a las distintas sensibilidades políticas, enrocadas ahora respecto al proceso soberanista que vive Catalunya. El Cercle recibió la confirmación hace más de dos meses del President Artur Mas y del jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, para asistir a las jornadas económicas de Sitges, del 29 al 31 de mayo.
El primero inaugurará el evento, y el presidente del Gobierno lo clausurá. No habrá posibilidades de encuentro. Tampoco lo pretende el Cercle en estos momentos. Su presidente, Antón Costas, considera que todo llegará, que los tiempos no se deben forzar.
Mas representa a Junqueras
Eso sí, Antón Costas tiene las cosas claras. Y, a la pregunta sobre la posibilidad de haber invitado a Oriol Junqueras, el presidente de Esquerra, Costas ha asegurado que su sensibilidad “ya está representada” por Mas, al entender que sobre el derecho a decidir, entre los dos dirigentes, que, además, son socios de gobierno, no hay diferencias.
Con esa cuestión esclarecida, el Cercle d’Economia se plantea las jornas de Sitges de este año como una oportunidad para avanzar en esa llamada “tercera vía”. No es que la apoye, es que es consustancial a la naturaleza del Cercle. Ahora bien, según Antón Costas, “serán los ciudadanos los que, cuando participen en las diferentes elecciones, optarán por sus mejores opciones”. Y en una de las sesiones, se ha apostado por un debate sobre la reforma de la democracia española entre Josep Antoni Duran Lleida y Alfredo Pérez Rubalcaba.
Reformas concretas
Los dos, que ya llevan semanas conversando con cierta intensidad, podrían concretar las posibles salidas al embrollo catalán, justo después de la celebración de las elecciones europeas. El PSOE, precisamente, se ha comprometido a detallar su apuesta por la reforma de la Constitución tras los comicios del 25 de mayo.
Las europeas, precisamente, serán objeto de una de las sesiones de Sitges, con la participación de Joaquín Almunia; Josep Piqué; Mónica de Oriol, Enrico Letta y Miquel Nadal.
La cuestión es que Antón Costas apuesta, con el Cercle, de forma decidida por una reforma de las instituciones políticas. Ha rechazado que, en estos momentos, se quiera “derribar España”, con la idea de que nada funciona. Para Costas esas reformas son posibles, e, incluso, incidiendo en “pequeños aspectos o en determinados ámbitos”. Uno de ellos, para el presidente del Cercle, es la necesidad de que las empresas “no entiendan ir a concurso de acreedores como si fuera el tanatorio”, con la necesidad, también, de que los jueces tengan una mayor flexibilidad a la hora de salvar las empresas.
Las causas propias de España
Pero el debate soberanista está en el centro de esa discusión sobre la reforma de las instituciones. Costas ha insistido en que todas las partes deben entender que la solución pasa por “tiempo y paciencia”. Esa apuesta se dirige más, en todo caso, al President Artur Mas. El hecho de que el soberanismo catalán haya crecido sólo en dos años, a diferencia de lo que ha ocurrido en Escocia –donde llevan como mínimo una década analizando la posible independencia del país– lleva a Costas a relativizar el posible choque de trenes.
Duran y Rubalcaba tendrán una oportunidad para debatir sobre ello. También la tendrán otros ponentes, como Tom Burns; Víctor Lapuente; Juan José López-Burniol, o Joan Roca, que entrarán de lleno en las propuestas para mejorar el funcionamiento institucional.
Costas destaca que el Cercle ha querido “ampliar el perímetro”, y que en España la crisis económica se ha querido explicar por la crisis financiera internacional, pero que si no hubiera existido “la crisis también habría llegado por causas propias”, que se explican por carencias institucionales y políticas, siguiendo el enorme ensayo de Acemoglu y Robinson, Por qué fracasan los países.
Las jornadas de Sitges de este año, por tanto, con menos académicos y menos presencia internacional, se va a centrar en políticas concretas, en la necesidad de reindustrializar España, o en la reforma energética.