Los efectos de la vacuna: una enfermera relata qué sintió tras la segunda dosis
La enfermera Kristen Choi relata la fiebre, el dolor muscular o las naúsea que sintió tras recibir la segunda dosis de la vacuna de Pfizer
Los efectos adversos de la vacuna contra el coronavirus que ha desarrollado la farmacéutica Pfizer han despertado recelos entre algunos colectivos sociales. Una enfermera estadounidense que participó en los ensayos clínicos ha narrado su experiencia para tratar de arrojar luz sobre las consecuencias de la inyección, que se agravaron cuando recibió la segunda dosis del antígeno.
Kisten Choi participó en las pruebas con humanos durante la fase tres de la investigación que movilizó a 30.000 ciudadanos de Estados Unidos. Su compromiso social le llevó a presentarse como voluntaria y rápidamente recibió una llamada para recibir la vacuna en ese mismo día. La primera dosis solo le provocó un ligero dolor en el brazo que le hizo dudar de si había sido inoculada con el antígeno real o con un placebo.
Sin embargo, un mes después le inocularon la segunda unidad de la vacuna de Pfizer y fue entonces cuando desarrolló mayores efectos adversos para la salud. “Mi brazo rápidamente se volvió doloroso en el lugar de la inyección, mucho más que la primera vez. Al final del día, me sentí mareada, helada, con náuseas, y tenía dolor de cabeza”, ha explicado en un artículo publicado en la revista científica The Journal of the American Medical Association.
Horas después su estado de salud se agravó ligeramente, llegando a elevar su temperatura hasta los 37,4 grados centígrados, por encima del umbral que marca el inicio de la fiebre. Tras dormir unas horas, su estado febril empeoró hasta alcanzar los 40,5 grados, por lo que se tomó un paracetamol y llamó a los investigadores para comunicarles todos los síntomas.
La enfermera reclama una información más transparente sobre los efectos adversos
A pesar del mal rato, la facultativa ha puesto en valor la función de la vacuna para generar una “respuesta inmunitaria eficaz” que termine con la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, ha lamentado que no haya una mayor comunicación con la población para informarle sobre los síntomas que tendrán cuando reciban las inyecciones.
“Los médicos tendrán que estar preparados para discutir con los pacientes por qué deben confiar en la vacuna y que sus efectos adversos podrían parecerse mucho a Covid-19”, ha insistido Choi.
La enfermera ha pedido a sus compañeros de profesión que hagan un esfuerzo para ser capaces de contar de forma didáctica que la vacuna provoca efectos adversos como la fatiga, el dolor de cabeza, los escalofríos, el dolor muscular o la fiebre que son, precisamente, los mismos que indican un contagio de coronavirus.
“Me asusté cuando vi que tenía fiebre, y mi reacción intestinal después de meses de examinarme a mí misma para todos los posibles síntomas Covid-19 fue: ¿Tengo Covid-19?”, ha remarcado.
Siete países ya han dado luz verde a la comercialización de la vacuna de Pfizer
El testimonio de Choi es fundamental en un momento clave de la pandemia en el que hasta siete países han puesto en marcha sus campañas de vacunación tras autorizar la comercialización del prototipo que ha desarrollado Pfizer. Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, México, Arabia Saudí, Bahréin o Kuwait han confirmado que administrarán el antígeno.
Los datos exitosos del ensayo con humanos que demostró una eficacia del 95% para proteger contra la Covid-19 ha motivado a todos estos países a inocular con la vacuna a su población. Un proceso que ha desencadenado un complejo proyecto logístico para transportarla y conservarla a 70 grados bajo cero de temperatura.
España sigue pendiente de la revisión acelerada que está llevando a cabo la Agencia Europa del Medicamento (EMA) que autorizará este fármaco para su comercialización en todos los países miembros del bloque. El 29 de diciembre es la fecha marcada en rojo en el calendario para ofrecer una respuesta definitiva de los reguladores sanitarios.