Díaz plantea un sistema de cuidados con guarderías públicas abiertas más horas
La ministra de Trabajo remarca la importancia de contar con una "red de servicios públicos que entienda que la responsabilidad del cuidado de un país no es de las mujeres"
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, reclamó este jueves una «red de servicios públicos que entienda que la responsabilidad del cuidado de un país no es de las mujeres, sino de la sociedad», que incluya una red de guarderías abiertas en «horarios de la vida».
Así lo indicó en la inauguración del acto ‘Currantas, cómo ha cambiado el trabajo en los últimos años’, celebrado en la sede del Ministerio, en la que abordó en vísperas del 8 de marzo los principales retos en el ámbito del trabajo para lograr reducir la discriminación contra la mujer.
Díaz afirmó que la reflexión «más importante» que hay actualmente sobre el modelo de sociedad «tiene que ver con el tiempo de vida con la corresponsabilidad la conciliación y el tiempo de trabajo» y lamentó que España «va tarde». Recordó que el año pasado el estudio para una futura Ley de Usos del Tiempo apuntó que las mujeres llegan a tener una «triple jornada laboral» que se refleja en la falta de tiempo para descanso y ocio.
La ministra recalcó que es posible avanzar hacia la igualdad en esta cuestión como han hecho los países nórdicos a través de una red de servicios públicos. Ésta tendría que incluir «una red de escuelas infantiles de carácter públicas en horarios en horarios de la vida». «Las escuelas infantiles que hay en nuestro país están pensadas para [ciertos] horarios y a veces pienso en una mujer bombera, guarda forestal o que haga turnos de noche en la sanidad. ¿Qué sucede por la noche? ¿Nadie nos cuida a nuestros hijos?», se preguntó.
Asimismo, también reclamó una red de servicios relacionados con el cuidado a los mayores, pero recalcó que esto necesita de una gran inversión pública. Además, subrayó que suelen ser las mujeres las que toman los permisos para cuidar a los padres de su pareja porque se concibe que «el rol de las mujeres está efectivamente en cuidar».
Modelo nórdico
Díaz se refirió al modelo nórdico al recordar cómo durante la pandemia se instauró el plan ‘Me Cuida’ que permitía flexibilizar la jornada laboral para cuidar a familiares, así cómo a la posibilidad que un trabajador pueda tomarse permisos para formación en otro país. «Es un modelo completamente diferente. Es posible, pero España va con demasiado retraso», afirmó.
También enfatizó que quedan «muchas cosas por hacer» en la situación de las trabajadoras del hogar como lo que afecta a las personas migrantes y a las internas y pidió insistir en el modelo por el que se aboga en Francia de bonos para el cuidado. «Abrimos este debate, pero la otra parte del gobierno no está preparado», indicó.
Acerca de cómo se financiaría un sistema público de estas dimensiones, afirmó que España tiene como «debate pendiente» la reforma fiscal que debe reducir la distancia de la presión fiscal con Europa y acabar con elementos como que una peluquería tribute al 17% y una gran entidad bancaria lo haga al 3,8%, según sus datos.
Para Díaz, existen unos «agujeros fiscales» en el Impuesto de Sociedades, pues pese a que la figura es similar a la de otros países europeos se produce un «gran agujero negro» que son las bonificaciones fiscales. La ministra puso de ejemplo las deducciones que pretende impulsar el PSOE para las eléctricas en el marco del impuesto extraordinario a estas empresas.
Brecha retributiva
Sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres, la ministra de Trabajo señaló que es «posible» reducirla y quiso enfatizar que «la gran discriminación» se produce en la retribución. «No es solo el salario, es la retribución. El gran artificio de la discriminación está en esos elementos sutiles que son los complementos», explicó Díaz.
Para la ministra, en las empresas se suelen reproducir «comportamientos sociales» en esta cuestión que hace que «los puestos de trabajo se valoran de manera diferente si son desempeñados por una mujer o por un hombre». Díaz puso como ejemplo que las mujeres que trabajan en la industria textil en Galicia no tienen reconocido el complemento por toxicidad que sí tienen reconocido los hombres que trabajan en el sector de la automoción.
También defendió la subida del SMI como una medida «feminista» ya que afecta a los salarios más bajos y son las mujeres quienes tienen «los salarios más bajos y de los puestos de trabajo más precarios». Hizo lo mismo con la propuesta de recorte de jornada laboral, porque «va a afectar a los hombres y las mujeres», pero especialmente a estas últimas.