La Guardia Civil teme una oleada de disturbios en la desescalada
La Benemérita prevé que puedan producirse un auge de la conflictividad social y también de sabotajes independentistas
La Guardia Civil teme que la desescalada del coronavirus pueda desencadenar algún tipo de conflicto social y se planea escenarios graves como disturbios en las calles, sabotajes o altercados provocados por grupos independentistas. El cuerpo policial quiere evitar un estallido de violencia durante el proceso de desconfinamiento y que se pueda garantizar la seguridad.
Por ello, la Benemérita prevé «una alta posibilidad de movimientos de conflictividad social, por lo que se hace necesaria la observación de la actividad de redes sociales, foros, etc». Las situaciones se recogen en una orden de servicio firmada por el teniente general Santafé, jefe del Mando de Operaciones del Instituto Armado, donde se alerta de protestas en «zonas deprimidas» o sectores «perjudicados por el mantenimiento de las restricciones».
También, advierte de conflictos por zonas geográficas como consecuencia de la asimetría del desconfinamiento o por «motivaciones políticas o de corte separatista». También pide que se esté atento a sabotajes en infraestructuras críticas o sedes de partidos políticos y en la «okupación» ilegal de viviendas en municipios pequeños.
Sabotajes, robos y desinformación
El documento, según publica ABC, solo pone el foco en problemas que puede tener que afrontar la Benemérita en esta nueva etapa, pero en ningún caso un pronóstico de que esto vaya a suceder: «Es una orden de servicio para esta nueva etapa y como es lógico tiene que tener prevista todos los escenarios».
«No se puede descartar que se incrementen las cifras de delincuencia, tanto habitual como organizada», sobre todo los robos en viviendas, segundas residencias, establecimientos comerciales e instalaciones agrícolas o ganaderas. También, sobre cómo afecta a los colectivos más vulnerables como la violencia de género o los crímenes de odio.
El texto también prevé que pudieran aparecer «algunas protestas o disturbios que alteren la tranquilidad social o incluso actos de sabotaje», aunque matiza que de forma «puntual». El documento insiste en que hay que seguir observando la actividad en las redes sociales para evitar problemas mayores, y que se debe «tener en cuenta la aparición de episodios de desinformación así como apología del quebrantamiento de las normas».