El Gobierno aparca la limitación del aforo en restaurantes y hoteles
Turismo, en el borrador que define el protocolo de reapertura, se centra en el distanciamiento social en vez del aforo máximo permitido
Turismo por fin ha concretado las condiciones en las que el sector volverá a la actividad en la desescalada por el coronavirus. Después de que las propias empresas del sector hotelero se vieran obligadas a definir su propio desconfinamiento la pasada semana ante lo que llamaron «el plan decepcionante de Sánchez», el Gobierno ha elaborado su documento al respecto. En él establece las medidas sanitarias y de seguridad que se aplicarán en hoteles, balnearios, paradores y cámpings de toda España.
“En todas las actividades se deben respetar las distancias de seguridad interpersonal. Para ello y cuando sea necesario, se deberá realizar el correspondiente control de aforos”, señala el documento. Con esto, el Ejecutivo se abre a centrarse más en el distanciamiento social en hoteles y restaurantes que en establecer un porcentaje concreto en el aforo. Se atiende también así la demanda del sector, que pide vincular el aforo permitido a un espacio de seguridad entre mesas.
El documento —avalado por Turismo y que deberá ser aprobado por el Ministerio de Sanidad— “establece las medidas de seguridad. Otra cosa es el real decreto del Gobierno, que es el que marca las condiciones de apertura y será el que prime”, explican fuentes cercanas al periódico El Mundo.
De hecho, según el plan de desescalada del Gobierno, sin embargo, se establece un aforo máximo del 50% para abrir las terrazas y, en la siguiente fase, el mismo porcentaje para el interior de los locales. Ante esos criterios, la hostelería defiende que “no tiene sentido” si se tiene en cuenta que hay locales con mucho espacio y pocas mesas, por lo que no se debería establecer un aforo único para todos.
El plan de la desescalada en el sector del turismo fue encargado hace varias semanas al Instituto de Calidad Turística de España, organismo que depende del ministerio que dirige Reyes Maroto. También está pactado con las organizaciones del sector, comunidades autónomas, municipios y sindicatos.
Servirá para ayudar a los hoteles y apartamentos turísticos a identificar y analizar los riesgos en sus organizaciones, así como a implementar las mejores prácticas en el servicio, en sus instalaciones y con su personal para hacer frente al virus.
¿Cuáles serán las pautas para la apertura del turismo?
En total, de hecho, se han elaborado 21 planes según los subsectores, entre los que se incluyen todas las áreas de las que puede disponer un hotel. Piscina, spa, restaurante, gimnasio y servicio de masaje, tendrán cada una su propio plan de manera transversal.
Además de ventilar y airear las zonas de uso común, se establecerán las medidas necesarias para asegurar el distanciamiento entre clientes y empleados en la zona de recepción que deberá contar con gel hidroalcohólico y evitar compartir bolígrafos.
También se evitará el servicio de aparcacoches, para que el personal del hotel no manipule los vehículos ajenos. Todos aquellos objetos susceptibles de suponer un riesgo de contagio se eliminarán de las habitaciones y zonas comunes. Estos pueden ser desde cojines, almohadas o mantas, hasta revistas y periódicos.
Se recomienda la colocación de alfombras desinfectantes a la entrada de los establecimientos y disponer de un termómetro sin contacto para realizar comprobaciones oportunas de sintomatología tanto entre empleados como clientes.
En cuanto al aforo en los restaurantes de estos establecimientos, no se habla de porcentajes concretos, sino más bien de una distancia de seguridad. “En caso de habilitar comedor de personal, se debe disponer de las medidas que aseguren el distanciamiento interpersonal. Igualmente, se debe regular el uso de las salas de comedor, salas de descanso, etc. estableciendo el aforo de las mismas que permita guardar la distancia mínima de seguridad”, indica el texto.
En cuanto a las playas, el ICTE ha encargado al CSIC un informe para saber cómo se comporta la Covid-19 en el agua, dado que no existe ningún informe en Europa que lo analice. El sector turístico es de los más afectados por esta pandemia, dado que lleva paralizado desde que empezó el estado de alarma por el coronavirus. En marzo, el mes en que se inició esta situación, las llegadas de turistas internacionales ya cayeron un 64% y las pérdidas se calculan sobre los 94.000 millones.