Derrotismo en el Banco de España: «Sánchez quiere a Escrivá de gobernador»
Hay "evidente preocupación" en el Banco de España con el nombramiento de Escrivá, "no solo por la percepción de independencia, sino por su gestión de equipos", señalan desde la entidad
El derrotismo cunde en el Banco de España desde que la semana pasada se filtrara el nombre de José Luis Escrivá como candidato del Gobierno a gobernador de la institución. Fuentes del regulador bancario sostienen a ECONOMÍA DIGITAL que, lejos de ser un farol de los socialistas para arrastrar al PP a un candidato ‘menos malo’, el nombramiento del actual ministro de Transformación Digital es la verdadera apuesta de Pedro Sánchez.
«Nuestra percepción, lamentablemente, es que la candidatura de Escrivá no es una posición negociadora, como se está contando; es el candidato que prefiere Sánchez al frente del Banco de España», lamentan desde los despachos del supervisor bancario. «Puede que hubiera existido un candidato de consenso entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el PP, que recayera en la figura de Paula Conthe, pero el nombramiento al final recae en Sánchez», añaden las fuentes a este medio.
Pesimismo en el Banco de España
Cierto optimismo había calado en el seno del Banco de España cuando Gobierno y Oposición alcanzaron un acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Se confiaba en que ese espíritu de consenso se iba a trasladar también a otros puestos clave que deben ser renovados, entre ellos el de gobernador del Banco de España.
Sin embargo, empieza a calar cierto derrotismo en el Banco, a la hora de entender que, precisamente, Sánchez quiere utilizar ese acuerdo del CGPJ a su favor. Con la renovación judicial, el PSOE necesitaba al PP inevitablemente, a no ser que quisiera hacer un estropicio constitucional que habría hecho saltar todas las alarmas en Europa. En este caso, el de los cargos de los reguladores, no necesita al PP. En el BdE pronostican que Sánchez utilizará el acuerdo del CGPJ para escudarse ahora en que ha sido el PP quien no ha querido pactar esta renovación, y que dirá de sí mismo que es un presidente de consenso cuando ha habido voluntad, como en el caso del Poder Judicial.
Por qué el Banco de España no quiere a Escrivá
Los funcionarios del Banco de España tienen serios temores sobre la llegada de Escrivá. No solo por la «falta de percepción de independencia» que acusaría el supervisor, como relatan fuentes internas y ya ha contado ECONOMÍA DIGITAL, sino también por «su conocida trayectoria de gestión de equipos», señalan. Resuena con fuerza su paso por el Ministerio de la Seguridad Social, que provocó en apenas unos meses una auténtica desbandada de altos cargos y asesores, todo ello relacionada con discrepancias y desacuerdos entre el ministro y su equipo.
En el Banco de España son conocedores de los polémicos cambios contables que Escrivá puso en marcha en las estadísticas de afiliación, o la forma en que se han presentado los datos de beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Sin embargo, no preocupa tanto eso, sino «el enfrentamiento personal» que ha demostrado Escrivá con la cúpula del Banco de España en los últimos años.
Escrivá ha criticado muy agresivamente que el supervisor realizara una política de fiscalización de la política económica del Gobierno, más concretamente, de sus medidas estrellas, como el propio IMV, o la gran reforma de las pensiones. «Llegaría con el único propósito de que el Banco le diera la razón», explican las fuentes, «sobre todo en su reforma de las pensiones». Eso provocaría una tensión enorme.
El BCE, como contrapeso a Escrivá
Lo más probable, indican a ECONOMÍA DIGITAL, es que Escrivá silencia toda la política de investigación que está llevando a cabo el Banco de España. «Tanto él como Yolanda Díaz ya han repetido varias veces que es una extralimitación de mandato». Eso supondría que el Banco dejara de hablar del mercado laboral, el Salario Mínimo Intreprofesional (SMI), las pensiones… ¿Encendería eso una alarma en el Banco Central Europeo? No lo piensan así en el supervisor español: «El BCE no se mete en la política investigadora de sus miembros».