Regresa la guerra a CEOE: Garamendi quiere hacerle un ‘Pallete’ a Cuerva y forzar su salida de Cepyme
La tensión entre los presidente de la CEOE y Cepyme crece después de que salga a la luz que Garamendi está buscando un candidato para disputar la presidencia a Cuerva en las próximas elecciones
La guerra ha vuelto a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). La tensión entre el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, y el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que parecía haber amainado tras concluir las elecciones en la entidad, se ha desatado después de que haya salido a la luz que Garamendi podría estar buscando un candidato para competir contra Cuerva en las próximas elecciones para presidir la patronal de pequeñas y medianas empresas.
Ambos mantendrán una reunión este martes por la mañana durante la cual abordarán el futuro de la presidencia de Cepyme ante unas nuevas elecciones que todavía no están convocadas, pero que se desarrollarán previsiblemente este año. Según ha podido saber Economía Digital, la intención del presidente de la CEOE es trasladarle que no cuenta con su confianza y buscar su dimisión sin que sea necesaria una batalla electoral, si bien por el momento todo apunta a que se presentará a los comicios.
Cabe recordar que Cuerva lleva al frente de la patronal de pymes desde 2019, tras relevar a Garamendi en el cargo. Posteriormente, fue reelegido presidente de Cepyme en 2021 con el respaldo unánime del Comité Ejecutivo y con los avales de más de la mitad de las organizaciones miembro de la patronal de las pequeñas y las medianas empresas.
Tensión entre ambos
Más allá de CEIM y Foment del Treball, quien presentó una candidatura alternativa en las elecciones en la patronal para disputar la presidencia a Garamendi, Cuerva ha representado una de las voces más críticas dentro de la entidad. Sin ir más lejos, este verano leyó un duro manifiesto contra el Gobierno, al que afeó sus «injerencias» en el desarrollo de la actividad empresarial.
«Las pequeñas y medianas empresas españolas, que somos más del 99,8% del tejido productivo, con cerca de once millones de empleos, decimos ‘basta ya'», dijo entonces para después cargar contra la «aprobación continuada de medidas intervencionistas en contra de la empresa española» y reclamar la defensa de la libertad de empresa reconocida en el artículo 38 de la Constitución.
En este sentido, puso como ejemplo la reducción de jornada. «Es sólo el último ejemplo de cómo el Ejecutivo actúa de manera unilateral, sin evaluar sus medidas y perjudicando a la empresa, está demostrándose que hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas», subrayó.
«Defendemos la dignidad y la libertad empresarial; denunciamos la situación a la que se nos aboca desde el Gobierno a las pymes españolas, señalamos aquellos ámbitos en los que se nos ataca reiteradamente: desde el diálogo social y la negociación colectiva, hasta la sobrerregulación o los intentos de control de la empresa, pasando por la intervención salarial, los costes sociales o la fiscalidad», insistió.
Ante este escenario, Cuerva consideró que la única forma de hacer frente al intervencionismo gubernametal no era otra que la de «alzar la voz y levantar la cabeza con orgullo» para reclamar el papel de la empresa española como protagonista en el crecimiento y el progreso de España, en la generación de innovación y en la creación de empleo.
Cuerva, con la «conciencia tranquila»
Cuerva ha negado haber hablando con Garamendi y ha asegurado que nunca se ha dirigido hacia él para advertirle que estaba haciendo algo mal. «Estoy con mi conciencia muy tranquila, creo que la lealtad no solo de Gerardo, sino de Cepyme a esa unidad de acción empresarial jamás se ha quebrado», ha destacado.
También ha evitado pronunciarse acerca de si presentará su candidatura a los comicios para presidir la patronal de pequeñas y medianas empresas. «Creo que estoy haciendo y voy a hacer lo que vengo haciendo, que es la defensa del interés empresarial«, ha enfatizado.