Coronavirus y gripe a la vez: una catástrofe para el sistema sanitario
La OMS lanza una seria advertencia a los estados y avisa de la dejadez en el control de la gripe en comparación con el año pasado
La Organización Mundial de la Salud lanza una seria advertencia a todos los países sobre lo catastrófico que sería la coincidencia de una epidemia de gripe y otra de coronavirus. El director del organismo internacional, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha alertado este lunes que este fenómeno puede empeorar el impacto en la atención sanitaria, cuyos sistemas están «abrumados».
El director general de la OMS ha comentado que ha visto una disminución del 62% en la cantidad de envíos de virus a centros colaboradores, y una reducción del 94 por ciento en la cantidad de virus de la gripe con datos de secuencia genética cargados en la base de datos GISAID.
«Estas disminuciones se deben a una combinación de problemas, incluida la reutilización del personal y los suministros, los laboratorios sobrecargados y las restricciones de transporte. Estas interrupciones pueden tener efectos a corto y largo plazo, como la pérdida de capacidades para detectar e informar sobre nuevos virus de gripe con potencial pandémico», ha avisado Tedros.
¿Cómo vigilar a ambas enfermedades?
Tedros también ha recordado que la pandemia ha reducido la vigilancia sobre la gripe y el intercambio de información sobre el virus. La OMS refleja que este año se ha vivido una «disminución dramática» en el número de muestras analizadas para detectar la gripe a nivel mundial.
Para facilitar el trabajo a los estados, la OMS ha publicado una guía sobre cómo integrar la vigilancia del coronavirus en la de la gripe como una forma «eficiente» de rastrear estos virus respiratorios. «Esto no solo es rentable, también es esencial para proteger al mundo contra la próxima temporada de gripe. La temporada de gripe del hemisferio sur ya está en marcha. No hay tiempo que perder», ha zanjado.
Una de las preocupaciones de la OMS es evitar que colapse el sistema sanitario, algo que sería catastrófico ante un posible rebrote. La pandemia ha tensionado al máximo a los sistemas públicos de salud de los países europeos, y en España incluso se llegó a priorizar pacientes en los momentos más duros.