La OMS desautoriza el conteo de muertos a la baja de Illa y Simón
La Organización Mundial de la Salud considera víctimas de Covid-19 los casos no diagnosticados y pide que se tenga en cuenta el exceso de muertes
El último cambio de criterio de la Organización Mundial de la Salud es demoledor para el Gobierno y, concretamente, para Salvador Illa y Fernando Simón. Tras dos meses de batalla dialéctica contra viento y marea defendiendo su conteo de fallecidos de coronavirus a la baja, solo casos previamente diagnosticados mediante test PCR y en su gran mayoría, en hospitales, ahora dicho organismo pide que se amplíe la fotografía.
La OMS publicó el pasado domingo un nuevo documento para ayudar a los gobiernos a identificar a las víctimas de la Covid-19, en el que conmina a las autoridades a incluir no solo a los casos confirmados mediante una prueba diagnóstica sino también a aquellos sospechosos y que todos los síntomas parecen apuntar a un caso de coronavirus.
El Ministro de Trabajo y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias han defendido desde el inicio que, por orden de los criterios internacionales, solo podían contabilizar aquellos muertos que hubieran sido previamente diagnosticados, pues tenían que ser “serios” con el tema y eliminar la posibilidad de casos negativos en la lista de víctimas.
De hecho, el 25 de mayo, el Gobierno reportó 1.918 muertos menos que el día anterior. La explicación oficial fue que se habían eliminado casos de días anteriores ya que al comprobar los datos aportados por algunas comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad llegó a la conclusión de que no podía estar 100% seguro de que la causa de la muerte fuera el virus.
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La OMS pide que se refleje la causa de la muerte en el certificado de defunción en todos aquellos casos en los que exista una sospecha fundada y se incluya todas las causas, pues pueden ser múltiples. El texto de dicha organización pone como ejemplo un fallecido por síndrome de distrés respiratorio agudo a causa de una neumonía provocada por la Covid-19.
También solicita que se incluya en casos de enfermos crónicos, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica y diabetes, entre otras, que se explicite en el certificado de fallecimiento si existen sospechas de que había contraído el virus y ello había acelerado el fatal desenlace del enfermo. La OMS pide que se agregue el tiempo desde la aparición de los primeros síntomas hasta la muerte.
“Se deben incluir la mayor cantidad de detalles posibles a partir de registros médicos o pruebas de laboratorio”, recoge el informe, que invita a los gobiernos a utilizar dos categorías en los informes, una para los casos seguros, en los que la Covid-19 haya sido la causa probada de la muerte, y otra para los sospechosos.
Estos nuevos criterios de la Organización Mundial de la Salud responden a una voluntad de conocer con mayor precisión el impacto del coronavirus, pues se da por hecho que ningún país está contando todos los fallecidos, en gran parte por las dificultades de documentarlos en los peores momentos de la pandemia. Lo que sí es cierto es que algunos, como Italia y Francia, sí que incluyen casos sospechosos o sin test si cumplían con los síntomas necesarios.
La OMS pide tener en cuenta el exceso de muertes
Otro mazazo de la OMS a los criterios de Sanidad es el reconocimiento de que los cálculos de exceso de mortalidad, como el que realiza en España el Instituto de Salud Carlos III en colaboración con el Centro Nacional de Epidemiología, el MoMo, son muy útiles para ver el golpe de la enfermedad. De hecho, para ello se crearon, aunque ahora Simón lo desdeñe pese a haberlo utilizado en el pesado para medir la mortalidad de la gripe de 2012, como desveló Economía Digital.
Para el organismo con sede en Ginebra, estos registros son útiles para evaluar el impacto del coronavirus en la moralidad general, así como para comparar las tasas de fallecimiento por género y franjas de edad con situaciones como desastres naturales y conflictos armados. La OMS reconoce que se necesitarán más estudios para afinar el número de víctimas de la Covid-19, pero considera el estudio de esceso de mortalidad un buen punto de partida.