Hospitalizados y contagiados crecen un 40% a la semana desde julio
El incremento del número de ingresos hospitalarios por Covid-19 duplica en los últimos siete días la tasa de la semana previa
España volvió a abrir sus fronteras internacionales el pasado 1 de julio, tras más de tres meses cerradas, debido al impacto de la primera oleada de coronavirus. Desde entonces, los continuos rebrotes han provocado que, semanalmente, el incremento del número de contagios haya superado de media el 40%; arrojando datos preocupantes sobre la evolución de los contagios y la temida segunda ola, justo antes de la apertura de colegios.
En términos absolutos, desde finales de junio hasta este viernes, el número total de contagios se ha incrementado en más de 138.000 casos, aunque con distinta virulencia dependendiendo de la semana. La última ha sido especialmente mala, ya que el 21 de agosto el número de casos totales registrados en nuestro país creció en más de 43.000, cuando la semana anterior el ascenso había sido de algo más de 28.000.
Esta cifra tiene varias lecturas. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, explicaba a principios de mes que se detectaban entre el 60% y el 80% de los contagios totales debido al incremento de las pruebas PCR. «Puede que incluso más», detalló el portavoz gubernamental, que cifró en un 10% los casos que conseguían ser detectados en el pico máximo de la pandemia.
No obstante, también está creciendo la tasa de quienes requieren hospitalización. En concreto, en la úlitma semana el número de pacientes ingresados ha crecido un 49%, en 1.928 personas. La semana anterior, el incremento había sido inferior a las 1.300. El salto en agosto es importante, ya que en la última semana de julio, el incremento del número de pacientes ingresados fue inferior a los 6.000.
La curva durante el verano
Comunidades como Madrid, Cataluña o País Vasco, las que más casos acumulan en la temporada estival, han elevado el ritmo de pruebas de detección realizadas sobre sus ciudadanos, llegando a un ritmo de incluso 6.000 test diarios en algunos de los barrios de la capital española. Algo que ha elevado considerablemente el número total de infectados pero que es el único factor determinante.
Si se atiende a los mayores incrementos durante estas semanas, los mayores incrementos coinciden con las denominadas operaciones salida. Siguiendo los datos de Sanidad, en la primera semana de julio -computando desde el viernes 3 hasta el siguiente viernes 10- se registraron 3.363 contagios; una cifra que se duplica en los siguientes siete días (6.347 casos) para volver a duplicarse en la semana posterior, del 17 al 24 de julio, cuando se certificaron 12.166 nuevos positivos.
La última semana del mes se registró un incremento del 32%, pasando a 16.101 nuevos contagios en ese periodo. Es en la primera semana de agosto cuando el porcentaje se dispara un 60% hasta registrarse 25.840 positivos en los primeros siete días del mes. Si entre el 7 y el 14 de agosto, el ritmo se estabilizó -se produjo una subida del 10% hasta los 28.451 nuevos casos- el porcentaje se ha disparado hasta el 50% esta semana.
El riesgo de saturación en hospitales
Por el momento, ninguna comunidad se encuentra en riesgo de repetir el colapso vivido en los primeros meses de la pandemia. Sin embargo, el número de ingresos hospitalarios se ha disparado en esta última semana: en últimos siete días se han producido más de 1.600 hospitalizaciones frente a las 454 que se registraban a finales de junio.
En cuánto a los ingresos en UCI, existe una fecha clave, la quincena que corresponde a la última semana de julio y a la primera de agosto. En ese periodo, el número total de nuevos pacientes contabilizados en una semana se disparó un 123%, pasando de 34 -registados entre el 24 y el 31 de julio- a 76 entre el 1 y el 7 de agosto. En la última semana, el ritmo ha vuelto a incrementarse en un 58%. En siete días 127 personas han necesitado ingresar en la UCI por problemas derivados de la Covid-19.
Esta evolución presentada a lo largo del verano refleja el crecimiento casi exponencial que ha vivido la pandemia durante la temporada estival y cómo aumenta el riesgo de cara a septiembre. Especialmente, por dos motivos: por un lado, la llegada del próximo curso escolar y, por ende, la vuelta al cole -y a los trabajos-, lo que implica mayores aglomeraciones en zonas urbanas, las más castigadas por la pandemia.