China, Taiwán y Hong Kong afrontan una segunda ola de contagios
Hong Kong avisa: "Si no tomamos medidas estrictas, me temo que todos los esfuerzos de precaución realizados en los últimos dos meses se desperdiciarán"
«Nos hemos mantenido firmes para bloquear la primera ola de infección, pero se avecina una nueva ola». Así ha alertado este lunes por la noche el ministro taiwanés de Salud, Chen Shih-chung, de un posible segundo auge de contagios del coronavirus Covid-19. El país asiático ha sido uno de los que mejor ha controlado la pandemia, con menos de 80 casos positivos hasta ahora, pese a su cercanía con China y su alta frecuencia de movimientos de pasajeros domésticos y chinos hacia o desde el gigante asiático. China, Hong Kong, Corea del Sur y Singapur están en alerta ante una segunda ola.
Se trata de una suerte de efecto bumerán. Ahora que los grandes focos de contagio de Asia dan por controlado el avance del virus en sus territorios, viendo decrecer la curva en las últimas semanas, el resto del mundo lucha para conseguir lo mismo, especialmente los países occidentales más desarrollados, donde la infección se está disparando y no se espera que se detenga en breve. Esto está provocando, a su vez, que se registren pequeños nuevos picos de contagios en los países asiáticos, en su gran mayoría importados y no transmitidos localmente.
China registró este lunes 21 nuevos casos, de los que 20 fueron viajeros chinos contagiados que aterrizaron en el país desde el extranjero. Taiwán computó 24 nuevos positivos entre lunes y martes, todos importados, y Corea del Sur tenía 44 nuevas infecciones de viajeros hasta el domingo, según datos compilados por Reuters. Hong Kong ha informado de que la mayoría de los casos confirmados en las últimas dos semanas tienen las mismas características. Y 11 de las 17 infecciones que las autoridades sanitarias de Singapur registraron este lunes venían también de fuera.
La jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, en una rueda de prensa este martes, explicó que, «si no tomamos algunas medidas estrictas, me temo que todos los esfuerzos de precaución realizados en los últimos dos meses se desperdiciarán». La región administrativa especial de la República Popular China endureció las medidas ante este escenario, obligando a quienes ingresen a la ciudad a partir del jueves a entrar en cuarentena y aconsejando contra cualquier viaje prescindible. China también aislará a todos los viajeros llegados a Pekín, según se afirmó esta misma semana.
Preocupación por China
China, Hong Kong y Singapur han batallado contra el coronavirus Covid-19 bloqueando ciudades enteras, cerrando fronteras, localizando y rastreando los contactos, e imponiendo el distanciamiento social. De los más de 80.000 contagios en China hasta ahora, tan solo 143 han sido importados. Pero algunas autoridades temen que esta cifra pueda descontrolarse pronto, en vista de que algunas de las ciudades más afectadas, como Wuhan, están empezando a retomar la vida normal. El regreso de los chinos al trabajo puede dar paso a una segunda ola, dicen los expertos.
Un reciente estudio del Imperial College London también contempla esta posibilidad. «Si bien la experiencia en China y ahora en Corea del Sur muestran que la supresión a corto plazo es posible, queda por ver si es posible a largo plazo y si los costes sociales y económicos de las intervenciones adoptadas hasta ahora pueden reducirse», reza el informe. «Prevemos que la transmisión se recuperará rápidamente si las intervenciones se relajan», han añadido los investigadores, que creen que la intervención intensiva deberá mantenerse hasta que haya una vacuna para la enfermedad.
«Ahora que millones de trabajadores regresan a las oficinas, cenan juntos en las cafeterías y duermen en los dormitorios compartidos, el riesgo de una segunda ola de infecciones podría ser considerable», ha afirmado Heiwai Tang, del Instituto para China y Desarrollo Global de la Universidad de Hong Kong, informó Asia Times.