España alarga el cierre de las fronteras hasta julio
El Gobierno prevé cerrar las fronteras internacionales hasta principios de julio, como mínimo, cuando esté terminada la desescalada
El Gobierno no espera abrir las fronteras a viajeros internacionales hasta principios de julio, según señalan fuentes diplomáticas que se encuentran informando del calendario español a las autoridades europeas. No será recomendable abrir al exterior hasta que esté terminada la desescalada y ya sean posibles los movimientos entre provincias.
No se contempla, por otro lado, que haya algunos territorios que puedan permitir entradas externas antes que otros, como se ha planteado con Baleares y Canarias. En este caso, al contrario que con las diferentes fases de la desescalada, toda España entraría a la vez en la llamada «nueva normalidad». Aunque quedan pendientes conversaciones de las comunidades con el Ministerio de Sanidad para valorarlo junto al riesgo de importar nuevos contagios.
Este sábado se ha publicado en el BOE la última prórroga del cierre de fronteras que, por ahora, seguirá hasta el 24 de mayo. Ésta afecta a los viajes no imprescindibles a España desde países integrantes de la Unión Europea y otros asociados al espacio Schengen. Las restricciones y controles excepcionales fueron acordados en marzo a través de un código de normas de la UE para el cruce de personas por las fronteras.
Con esta normativa, podrán entrar a España solo los ciudadanos españoles, los residentes en España y los residentes en otros estados de la UE o del espacio Schengen que se dirijan a su lugar de residencia, a rasgos generales. Aunque, también podrán traspasar la frontera los trabajadores transfronterizos, profesionales sanitarios o del cuidado de mayores que se dirijan a ejercer su actividad y las personas que acrediten documentalmente «motivos de fuerza mayor o situación de necesidad» o motivos humanitarios.
La previsión del Gobierno de España es que la fecha de apertura de las fronteras no variará de la de otros países como Francia e Italia. Por ahora se encuentra a la espera, como los demás gobiernos europeos, a que la Comisión Europea presente la siguiente semana las recomendaciones sobre las fronteras internas del área Schengen.
España pide a los países del área que la apertura se rija por criterios epidemiológicos comunes y no discriminatorios. Por ello, se prevé que no todos los países podrán abrir sus fronteras al mismo tiempo, dado que no todos están en la misma fase de gestión de la pandemia y podría incluso ser perjudicial.
El pasado martes se reunieron la ministra española de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, y la vicepresidenta de la Comisión Europea Margrethe Vestager, que preside el grupo de contacto para el turismo del Ejecutivo comunitario. El Gobierno planteó que para principios de julio se hayan acordado los protocolos comunes para desarrollar la actividad turística. En estos se espera que se incluyan normas sobre fronteras, seguridad, higiene o aforo en aeropuertos, medios de transporte o instalaciones, así como de disponibilidad de centros de salud, para no generar distorsiones.
Un fondo de recuperación europeo
Las fuentes consultadas por Europa Press se muestran razonablemente optimistas sobre la posibilidad de que la UE acuerde un fondo de recuperación según las aspiraciones de España: un fondo de tamaño suficiente —entre un y un billón y medio de euros— que otorgue transferencias no reembolsables y que permita actuar con contundencia y equilibrio para no fracturar el mercado interior.
Uno de los argumentos que el Gobierno español presentó es que hay que evitar que el mercado interior se rompa porque haya países que puedan ayudar con mucha mayor intensidad que otros a sus empresas.