La OMS alerta de la posible circulación de una vacuna falsa
Los criminales aprovechan la ansiedad global para desplegar su red de productos ilegales contra el coronavirus
El exceso de demanda de productos contra el coronavirus que ha habido desde que se inició la pandemia ha dado lugar a que crezca su tráfico ilegal, que aprovecha para “cubrir” las necesidades. Termómetros falsos, mascarillas ineficaces, robos de datos o test con poca fiabilidad son algunos ejemplos que han proliferado hasta ahora.
Sin embargo, los investigadores alertan de que el mayor peligro vendrá cuando se haga público el desarrollo de una vacuna o un medicamento eficaz contra el coronavirus, ya que, se espera que entonces también se distribuyan productos falsos amenazando la salud de las personas.
No se trata de algunos casos aislados de delincuencia, sino de grupos realmente organizados —así como los de narcotráfico— con verdaderos modelos de negocio. Se trata de acciones que requieren «una importante planificación y recursos por parte de los perpetradores», que cuentan con sofisticadas redes transnacionales, según advierte la ONU.
De esta amenaza real ha advertido este miércoles la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), que ha realizado un informe junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para analizar el tema. «La salud y la vida corren peligro, ya que los delincuentes se aprovechan de la crisis de la Covid-19 para sacar provecho de la ansiedad pública y del aumento de la demanda de medicamentos», señalaba ONUDD.
También se destaca en el estudio, titulado El tráfico de productos médicos relacionado con la COVID-19 como amenaza para la salud pública, que el virus ha puesto de relieve las deficiencias de los marcos normativos y jurídicos para prevenir la fabricación y el tráfico de esos productos.
Se espera que la tendencia continúe
Un ejemplo de engaño se produjo en Alemania, cuyas autoridades sanitarias fueron engañadas al adquirir mascarillas por valor de 15 millones de euros a través de un sitio web clonado de una empresa aparentemente legítima de España. En Argentina, por su parte, se investiga un caso de fabricación ilegal de alcohol en gel y mascarillas.
Actualmente, ningún país está libre de la amenaza de estos delitos, que pueden causar graves daños a los pacientes, sin descartarse la muerte. Un peligro que aumentará en el momento en que se desarrolle una vacuna. Como la capacidad mundial de producir a gran escala una vacuna «es limitada» por un sinfín de factores técnicos y jurídicos, «se espera que actores criminales introduzcan un producto falso» mientras persistan los problemas de suministro del fármaco genuino.
Los investigadores no dejan lugar a la duda: las ocasiones para estos negocios fraudulentos «continuarán siendo explotadas mientras la pandemia siga causando trastornos y caos»; pues son «muchas las razones para esperar que esta tendencia continúe», advierten.