España pagó los test rápidos falsos al triple de su precio
El Gobierno pagó 17 millones por los test fraudulentos, a 26 euros la unidad, mientras que los que utiliza ahora cuestan una tercera parte
Ya sabemos lo que le costó al Gobierno cada uno de los test rápidos falsos para la detección del coronavirus que compró a una empresa China a través de un proveedor español a priori de confianza: 26 euros. Un precio al parecer muy alto, pues triplica el de las pruebas que utiliza actualmente, legales, certificadas y, naturalmente, con una fiabilidad mucho mayor.
Más de un mes después de hacer el pedido de los primeros test, y tres semanas después de recibirlos y constatar que no servían, por fin este martes el Ministerio de Sanidad desveló el coste de tan errática operación. Y es que las pruebas que recibió a cambio, cuando devolvió las fraudulentas, también resultaron tener un grado de fiabilidad bajo.
El contrato del ministerio de Salvador Illa con el fabricante chino a través de la empresa con sede en Madrid Interpharma ascendía a 17,1 millones de euros con IVA. Por tanto, cada uno de los 659.000 test salía a 26 euros. El Gobierno pagó ya 6 millones de euros (más IVA) al intermediario a modo de anticipo, que todavía no ha recuperado.
Los test rápidos que usan ahora las CCAA cuestan menos de 8 euros, lo que no llega a una tercera parte del precio de los fraudulentos
Interpharma aseguró que la empresa china a la que compró los test, Shenzhen Bioeasy Biotechnology, contaba “en el momento del acuerdo con licencia” para vender sus productos a todo el mundo, certificada por la marca europea CE y el certificado TÜV. Sin embargo, cuando Sanidad los probó, detectó una sensibilidad del 30% en vez de la que suelen tener estas pruebas rápidas de anticuerpos, alrededor del 80%, y denunció que el proveedor no tenía licencia.
El precio llama la atención si se compara con los test que utilizan ahora las comunidades autónomas y que también fueron comprados por el Gobierno. Los 5,03 millones de kits de diagnóstico adquiridos posteriormente costaron 38,7 millones, por lo que la unidad sale a 7,69 euros, menos de una tercera parte de lo que iban a costar los primeros 659.000 test.
Estos cinco millones de kits son les que se usan para la detección rápida de Covid-19 con una fiabilidad de entre el 64% y el 80%, y que se utilizarán también en el estudio de seroprevalencia que el Ejecutivo todavía no ha iniciado y que debe servir para diseñar el fin del confinamiento. Estas pruebas se complementan con una PCR en los casos en los que dé negativo, para asegurarse de que la persona no tiene el virus.
251 millones de euros en mascarillas
En total, España ha gastado por ahora 350 millones de euros en material sanitario para luchar contra la pandemia de coronavirus, que suma ya más de 200.000 contagiados detectados y más de 21.000 fallecidos detectados. La mayoría del gasto es para la compra de mascarillas, en las que ha invertido 251 millones. Las ha adquirido de varios tipos, entre los 51 céntimos y los 3,56 euros la unidad.
Las mascarillas también han sido fuente de problemas para el Ministerio de Sanidad. Inicialmente prohibió a los proveedores vender a las CCAA para realizar una compra centralizada que tardó tres semanas en realizar. Mientras tanto, y hasta que autorizó de nuevo la venta a las CCAA, las mascarillas escaseaban en los hospitales, que son competencia de los gobiernos autonómicos. España es uno de los países del mundo con un mayor número de sanitarios contagiados.