Competencia ve «discriminatoria» la normativa de Colau en movilidad
Competencia da un tirón de orejas a Colau por la norma de alquiler de motos y bicis de Barcelona
Tirón de orejas de la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO) a Ada Colau por su política de movilidad. La regulación de los servicios de alquiler de bicis y motos aprobada inicialmente por el Ayuntamiento de Barcelona es “restrictiva de la competencia y discriminatoria”.
Como ya avanzó Economía Digital, la ACCO ultimaba un informe en el que censuraría algunos puntos de la normativa del consistorio. A su entender, la regulación de los servicios de alquiler de bicicletas y motos, que propone un número máximo de licencias, “cierra la entrada en el mercado a los potenciales nuevos operadores”.
Además, la ACCO, que cree que la normativa del ayuntamiento “limita el crecimiento” de las empresas que ya operan, considera además que esta iniciativa “deja un margen mínimo para atender un eventual crecimiento futuro de esta demanda”.
La nota positiva de la ACCO es que afirma ser consciente de que “el espacio público es finito” y que eventualmente podría ser necesaria algún tipo de regulación que limitara su ocupación. No obstante, afirma que hay que verificar que la regulación sea proporcionada y genere la mínima distorsión en términos de competencia, por lo que habría sido necesario analizar la posibilidad de establecer otras medidas menos restrictivas.
Por qué la normativa de Colau discrimina
La ACCO considera que esta regulación es discriminatoria porque es parcial, es decir, únicamente se aplica a las actividades de bikesharing y motosharing, pero no lo hace en otros sistemas de transporte que ya son una realidad, como el coche compartido o el patinete compartido.
Además, esta actuación del Ayuntamiento de Barcelona plantea riesgos para el mantenimiento de la necesaria neutralidad competitiva del mercado, dado que el ayuntamiento se vuelve regulador de un sector en el cual es, al mismo tiempo, operador económico a través del bicing.
La beligerancia de la administración contra el patinete eléctrico se ha evidenciado desde el pasado verano. El ayuntamiento retiró los patinetes de la startup alemana Wind, que los había distribuido a modo de test 24 horas antes.
Colau también se ha enfrentado a la startup Reby, la única empresa del sector de patinetes eléctricos que de momento opera en Barcelona. El consistorio cree que esta empresa no opera de acuerdo a la normativa porque, entre otras cosas, no utiliza un guía . Desde la empresa española siempre han asegurado que su modelo de negocio cumple con la normativa.