Colau suplica la ayuda de los Mossos contra la acampada en Barcelona
La teniente de alcalde de Barcelona Janet Sanz pide a los Mossos d’Esquadra que medien con los acampados de plaza Universidad para que se vayan
El Ayuntamiento de Barcelona suplica a los Mossos d’Esquadra que medien con los jóvenes acampados en la plaza Universidad para convencerles de que se vayan. La teniente de alcalde Janet Sanz pidió este jueves a la policía catalana que active su servicio de mediación con los acampados para hacer compatible la protesta con la movilidad en la ciudad.
En declaraciones a los periodistas, Sanz indicó que esperan que «se resuelva de la mejor manera» para hacer «compatibles» los derechos de los acampados con la movilidad de los vecinos de Barcelona. La acampada forma parte de las protestas por la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a largas penas de prisión a los líderes del procés.
Fuentes de los Mossos d’Esquadra precisaron que el citado servicio de mediación se ha activado de forma automática para intentar resolver la situación que se vive en la plaza Universitat.
Unos 200 jóvenes instalaron el miércoles tiendas de campaña que ocupan no solo la plaza Universidad sino también el tramo central de la Gran Vía, justo delante del edificio histórico de la Universidad de Barcelona. El campamento bloquea el paso de vehículos por una de las arterias más importantes de la ciudad.
Generación del 14 de octubre
La protesta está impulsada por la autodenominada Generación del 14 de octubre. En esa fecha se hizo pública la sentencia del Tribunal Supremo. Los acampados reclaman «el fin de la represión», «un futuro digno» y que se garanticen los derechos civiles y políticos.
Los promotores de la acampada insisten en que será indefinida. Este viernes han programado debates, conciertos y una asamblea. Incluso han hecho un llamamiento a la ciudadanía a través de las redes sociales para que les haga llegar alimentos.
Los sindicatos de estudiantes independentistas iniciaron el martes una huelga en las universidades catalanas que desembocó en la acampada en el centro de Barcelona. El seguimiento la convocatoria en las facultades ha sido muy minoritario, aunque se generaron tensiones, especialmente en la Universidad Pompeu Fabra y en la Universidad Autónoma.
Las principales universidades públicas catalanas han sucumbido a la demanda de los alumnos huelguistas para flexibilizar el sistema de evaluaciones académicas.