Colau planta a Felipe VI en su visita a Barcelona
La alcaldesa dará la espalda a cualquier acto con el Rey "hasta que la Casa Real no dé las explicaciones que debe"
Ada Colau plantará al Rey Felipe VI en Barcelona el próximo viernes en su visita para entregar los premios BCN New Economy Week. La alcaldesa de Barcelona ha arremetido contra el monarca por el presunto escándalo económico de Juan Carlos I y su salida de España hacia Emiratos Árabes.
La alcaldesa ha asegurado que no participará junto al Rey «hasta que la Casa Real no dé las explicaciones que debe a la ciudadanía» sobre «hechos graves» y «malas practicas» que afectan a la monarquía, en referencia a la fortuna del Juan Carlos I y la marcha del rey emérito de España.
«El rey emérito se encuentra fugado en una dictadura. Esto en democracia no es normal y por ello creo que lo más adecuado es que yo no participe en esos actos protocolarios con el Rey», ha expresado la alcaldesa. Pese a ímpetu contra Felipe VI, los comunes se abstuvieron en el pleno municipal durante la votación para retirar la medalla de Oro a Juan Carlos I, que prosperó gracias a los votos de JxCat y ERC.
El doble rasero de Colau: Sánchez, sí; Felipe VI, no
Muy distinta ha sido la actitud de Ada Colau ante la visita de Pedro Sánchez a este certamen. La alcaldesa de Barcelona ha aplaudido la visita del presidente del Gobierno en el evento organizado por el Consorcio de la Zona Franca para tratar de reactivar la economía, que la alcaldesa inaugurará mañana.
La visita del Rey Felipe VI a Barcelona está motivada por la voluntad del Gobierno de enmendar el veto al monarca durante la entrega de despachos a los magistrados en la Escuela Judicial de Barcelona. La censura a la presencia del Jefe del Estado provocó indignación entre los jueces, que clausuraron el acto con un «Viva al Rey» que molestó al Ejecutivo.
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha asegurado que el Rey ya puede visitar Barcelona porque la inhabilitación de Torra ya ha pasado y también la celebración del referéndum ilegal del 1-O. La visita oficial del monarca a Cataluña durante los premios Princesa de Girona provocó la ira del independentismo más irredento, que asedió el Palacio de Congresos.