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Bolaños y Pons volverán a verse el 12 de febrero para desatascar la renovación del CGPJ
El ministro de Presidencia y el representante del PP coinciden que la reunión con el comisario de Justicia europeo Didier Reyners fue "cordial y constructiva"
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, definió este miércoles como «cordial» y «constructiva» la reunión que esta jornada mantuvo con el PP en Bruselas para retomar la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Bolaños, en declaraciones a los periodistas, valoró así el encuentro sobre el CGPJ que tuvo en la capital belga con el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, en presencia del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders.
El responsable de Justicia agradeció en «esfuerzo» que Reynders estaba haciendo, como mediador pedido por los populares, para ayudar a conseguir «algo tan esencial como es la normalidad institucional del Poder Judicial» en España.
Sobre esta primera reunión, el ministro dijo que había sido «cordial» y «constructiva» y que de hecho se habían citado de nuevo para el 12 de febrero, fecha hasta la cual el Gobierno y el PP mantendrán contactos.
«Manos a la obra»
Señaló que el Ejecutivo y los populares se ponían «manos a la obra» y que desde La Moncloa había la «máxima disposición» para recuperar la «normalidad» del órgano de gobierno de los jueces, que lleva en funciones desde diciembre de 2018.
Añadió que, hasta el 12 de febrero, ambas partes seguirán «trabajando», al tiempo que destacó que el Gobierno considera que este nuevo intento de acuerdo «tiene que ser definitivo, porque la Justicia no aguanta más bloqueo».
Respecto a los «métodos de trabajo» que se seguirán para intentar llegar a un punto de encuentro, el ministro dijo que serían «discretos» y que darían a conocer lo pactado una vez hubiese entendimiento.
«Diálogo estructurado»
En cuanto a Esteban González Pons, se mostró «satisfecho» este miércoles con el desarrollo de la primera reunión en Bruselas, pero admitió que es «pesimista» de cara a lograr un acuerdo porque «negociar con Pedro Sánchez» y no serlo «es pecar de ingenuidad».
En estos términos se expresó ante los medios a su salida del encuentro, donde dejó caer que las conversaciones abordarán también una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) para cambiar el sistema de elección de los vocales y que los jueces puedan elegir a sus pares, aunque evitó en todo momento confirmarlo expresamente.
«Se ha hablado de muchas cosas y en la medida en la que quiero garantizar el buen fin de las conversaciones, voy a procurar no ser indiscreto dándoles la máxima información y palabras suficientes como para que sepan interpretarme», declaró.
Pese a su pesimismo, el vicesecretario de Institucional del PP dijo que no negará «una oportunidad» a este «proceso de diálogo estructurado» porque cumple con sus «expectativas». «Vamos a hablar de todo abiertamente para darle una oportunidad de recuperar la independencia, el prestigio, la autonomía el respeto que se le ha perdido a la Justicia española», señaló.
«Por lo tanto», prosiguió, «vale la pena internarlo» con unas conversaciones que serán «amplias, extensas y con un propósito ambicioso». Dijo que el PP está «más que comprometido» con «devolver y garantizar la independencia de los jueces españoles» en una negociación que, «si se resuelve favorablemente, se resolverán más cosas además del Consejo».
Afirmó que no hay «obstáculos» en las negociaciones, pero sí reconoció que tanto la ley de amnistía, que «está suponiendo una deslegitimación por parte del Gobierno hacia el Poder Judicial», y las descalificaciones de los socios del PSOE contra los jueces marcan el «contexto» de las conversaciones. «Influye en las conversaciones que vamos a mantener, pero lo he dicho antes, somos pesimistas, pero también ambiciosos».
«Sín límite de tiempo»
En cuanto al formato de las negociaciones, dijo que será «un diálogo estructurado sin límite de tiempo» ni «de horas» y «con un marco negociador preestablecido por los informes sobre Estado de Derecho. Además, dijo que regirá «el principio de que nada está acordado hasta que todo está acordado».
Por el momento, el PP tiene «suficientes garantías» para que las negociaciones llegar a buen puerto, por lo que volverá a Bruselas el próximo 12 de febrero. No obstante, «la contraparte» les hace ser «pesimistas».
«Intentar negociar con el Gobierno Pedro Sánchez, cuando defiendes la independencia de los jueces, no te permite ser optimista. Lo primero que sacrifica el Gobierno de Pedro Sánchez sus negociaciones suele ser la independencia del Poder Judicial», señaló.
«Por lo tanto, optimista no soy, pero estoy satisfecho con la reunión tal como se ha producido porque se han cumplido nuestras expectativas», dijo. «Que nadie piense que el Partido Popular va a esta negociación con ningún otro espíritu que no sea el constructivo, pero negociar con Pedro Sánchez y no ser pesimista es pecar de ingenuidad», concluyó.