Aniversario 6-S |»Tuvimos que pedir un bus para salir del Parlament»
Carlos Carrizosa (Ciudadanos) repasa, un año después, "el atropello" de los derechos de los diputados catalanes en las sesiones del 6 y 7 de septiembre
«Señor Carrizosa, ¿por qué me pide la palabra?» Quienes siguieron las convulsas sesiones del 6 y 7 de septiembre de 2017 en el Parlament de Cataluña no habrán olvidado a Carme Forcadell, entonces presidenta de la cámara catalana, teniendo que lidiar, una y otra voz, con el portavoz de Ciudadanos. Se cumple un año, un triste aniversario, de aquel pleno de ruptura en que los diputados naranjas tuvieron incluso que preocuparse de su seguridad.
Carlos Carrizosa recuerda perfectamente el momento en que 200 cuadros soberanistas, en su mayoría alcaldes, comenzaron a comportarse como manifestantes por los pasillos del Parlament al grito de «in-de-pen-dèn-ci-a». En paralelo, los seguidores de la Asamblea Nacional Catalana rodeaban el Parlament de Cataluña.
«El momento más tenso y desagradable fue cuando los 200 invitados de los independentistas que estaban en el Palacio del Parlament comenzaron a gritar de forma atronadora in-de-pen-dèn-ci-a. Parecía una invasión del Parlament de independentistas. Denunciamos en la junta de portavoces que era intimidatorio», explica Carrizosa en una conversación con Economía Digital.
La llamada de Torrent
Algo cambió cuando el dirigente de Ciudadanos recordó a los portavoces que la escena se asemejaba al asedio que sufrió el Parlament tras las concentraciones del 15-M. «Recordé aquel día en el que Artur Mas, con el Parlament cercado, tuvo que llegar en helicóptero. Hubo peticiones de condena muy graves en la Audiencia Naciona por aquello. Y Roger Torrent —ahora presidente del Parlament, entonces portavoz de ERC— hizo una llamada y cesaron los gritos. Hasta ese punto tenían organizado un ambiente coactivo», desvela Carrizosa.
Pero la llamada de Torrent no solucionó los temores de los diputados de Ciudadanos.»Pedimos al secretario general del Parlament qué tipo de seguridad nos iban a dar a los diputados cuando se estaba convocando a gente alrededor del Parlament. Pedimos que se acordonase todo el parque de la Ciutadella y tuvimos que pedir servicio de autocar para entrar y salir todos los diputados para evitar agresiones», narra el portavoz de Ciudadanos.
Y añade: «Fueron días extremadamente tensos. Traspasaron todas las líneas rojas, se apoyaron en las multitudes por medio de la ANC y Òmnium».
—¿Alguno de los diputados de Junts pel Sí intentó reconducir la situación?
— «Ellos eran absolutamente herméticos respecto a sus propósitos. Ellos mismos no sabían lo que iban a hacer porque decidían muy pocas personas, el círculo que los medios habéis llamado el estado mayor del procés».
Sin autocrítica
Un año después, es difícil intuir cierta normalidad en la situación política de Cataluña. «Los dirigentes independentistas no han hecho una autocrítica detallada en ningún momento. Lo único que dicen de forma oblicua es que fue un lío, pero, a continuación, piden una salida. ¿Una salida? Pues oye, coge otro camino», remata Carlos Carrizosa.