Solo una de cada tres terrazas abre en Barcelona
Los bares y restaurantes de Barcelona esperarán a la segunda fase para volver a la actividad porque no les sale a cuenta con las actuales restricciones
La mayoría de los bares y restaurantes de Barcelona esperará a la fase 2 para volver a la actividad. Durante la actual fase 1, que se inició este lunes, tan solo abrirán una de cada tres terrazas de la ciudad, un 33%, según apunta Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración de Barcelona.
Pallarols precisa que, si se suman los establecimientos sin terraza, en esta fase 1 tan solo abrirá un 20% de los bares y restaurantes de la Ciudad Condal.
El Gremio de Restauración pidió infructuosamente poder avanzar la fase porque eran conscientes de que en la fase 1, por sus restricciones de aforo, a muy pocos les sale a cuenta volver a la actividad. Subir la persiana supone unos gastos que es imposible cubrir con el 50% de las mesas de la terraza, que es el aforo máximo que se permite en esta primera fase.
Pallarols recuerda que el 72% de los locales de restauración de Barcelona tiene terrazas con cuatro sillas o menos. Les resultaría imposible cubrir gastos con solo dos mesas.
De cara a la fase 2, el Gremio de Restauradores pide a la Generalitat catalana que flexibilice las condiciones de aforo como han hecho los gobiernos del País Vasco, Cantabria o Murcia. Estas comunidades permiten aumentar el aforo del interior de los locales del 40% inicial al 50%.
Pallarols subraya que el sector aún tiene dos grandes asignaturas pendientes, que sufren los empresarios de la restauración de toda España: la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las compensaciones por los alquileres de los locales.
Una pesada mochila de deudas
Sobre los ERTE, Pallarols critica duramente el acuerdo que la CEOE firmó con los sindicatos y el Gobierno. Aunque sirvió para prolongar las regulaciones hasta el 30 de junio, considera que no aclaró el futuro del sector.
“La patronal se olvidó del sector de la restauración cuando firmó el acuerdo”, insiste Pallarols. Señala que los ERTE deben servir para evitar las quiebras de empresas y los despidos colectivos. Por lo tanto, indica que los expedientes deben durar el tiempo necesario hasta que se vuelva a la normalidad y que, mientras tanto, se deben exonerar el pago de las cuotas a la seguridad social. Recalca que “estamos hablando de unas empresas que llevan una enorme mochila de deuda a sus espaldas”.
Sobre los alquileres, Pallarols insiste en que el Gobierno está “protegiendo” al sector inmobiliario porque no le hace partícipe de las pérdidas ocasionadas por la crisis del coronavirus. De forma repetida, han pedido al Gobierno que intervenga el alquiler. Indica que el negocio de las inmobiliarias consiste en “especular” con un inmueble en el que un tercero hace una actividad económica que, en el caso de los restauradores, no han podido desarrollar durante más de dos meses por orden gubernamental. Califica los decretos del estado de alarma de “criminales” para la restauración. Reitera que, “contra toda lógica, el Gobierno protege los intereses del sector inmobiliario”.
Además de las batallas con el Gobierno de Pedro Sánchez y con la Generalitat de Quim Torra, el Gremio de Restauración mantiene una pugna contra el Ayuntamiento de Ada Colau por las terrazas. Aunque rompieron la negociación cuando el consistorio aprobó su plan de terrazas, indica que ambas partes se han “emplazado a construir el acuerdo durante la aplicación” del actual plan.
El Ayuntamiento pretende que la ampliación de la superficie de terrazas, para garantizar una separación mínima de dos metros entre los clientes de las mesas, se realice preferentemente en la calzada de circulación de vehículos y en las áreas de aparcamiento. El Gremio prefiere estas ampliaciones sobre la acera. Pallarols insiste en que hacerlo sobre la acera es “más fácil, rápido, barato y factible”. Confía en que se acabará imponiendo “la realidad”.