Sorpresa en Argentina: el peronista Massa se impone al ultraliberal Milei en la primera vuelta

La victoria del ministro de Economía y candidato oficialista Sergio Massa en la primera vuelta de las elecciones de Argentina ha sorprendido al mismo Gobierno, así como a la oposición, donde la alianza de partidos de Juntos por el Cambio ha quedado tercera. El ultraliberal Javier Milei, que había cosechado la mayor cantidad de votos en las primarias, ha conseguido el segundo lugar.

Con el 98,51% de mesas escrutadas, el candidato de la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo), Sergio Massa, aumentó su ventaja en 6,7 puntos sobre el aspirante de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei, con quien competirá en segunda vuelta por la Presidencia argentina el 19 de noviembre.

La comparación con las elecciones primarias

El actual ministro de Economía ganó las elecciones celebradas este domingo con un 36,68 % de votos por un 29,98 % del economista libertario, quienes invirtieron las posiciones obtenidas en las PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) celebradas el 13 de agosto, cuando Milei ganó con un 29,86 % de sufragios y Massa quedó segundo, con 21,43 %.

Más de 9,6 millones de votantes respaldaron al candidato oficialista, pese al difícil contexto socioeconómico que atraviesa el país, con una inflación interanual que trepó en septiembre al 138,3 %, un nivel de pobreza del 40,1 % y una brecha cambiaria superior al 200 %, en el que él se desempeña como titular del Palacio de Hacienda.

Por su parte, casi 7,9 millones de argentinos apoyaron las propuestas disruptivas del candidato libertario.

El derrumbe de la oposición

En tercera posición, y fuera del balotaje que definirá quién presidirá Argentina desde el 10 de diciembre, terminó la candidata de la coalición opositora Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich, que terminó con un 23,83 % de votos, mejorando su posición respecto a las primarias (16,81 %) pero perdiendo apoyos del global de su formación en agosto (28 %).

El gobernador en funciones de Córdoba, Juan Schiaretti, candidato de Hacemos Por Nuestro País (peronismo disidente), se quedó con la cuarta posición, con un 6,78 % de respaldo, mientras que la aspirante del Frente de Izquierda y de Trabajadores, Myriam Bregman, obtuvo un 2,70 % de apoyos.

Baja participación

Argentina registró un 77,65 % de participación, la segunda más baja desde la recuperación de la democracia tras la última dictadura militar (1976-1983), superando el 76,20 % de 2007, cuando la peronista Cristina Fernández obtuvo el triunfo para el primero de sus dos mandatos (2007-2015).

Unos 35,4 millones de argentinos estaban convocados a las urnas este domingo para elegir presidente y vicepresidente, y además renovar 130 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 del Senado, y designar 43 representantes argentinos para el Parlamento del Mercosur (Parlasur, cuerpo legislativo del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

La segunda vuelta electoral tendrá lugar el 19 de noviembre y, por la obligatoriedad de la ley argentina, una semana antes, el 12, habrá un debate entre los dos candidatos, que se celebrará en Buenos Aires.

El futuro de la economía argentina

La gran incógnita es qué sucederá con los mercados de Argentina, que vive una crisis crónica acelerada en los últimos años con una inflación a la que no pueden ponerle freno.

Todas las miradas se centran en la plaza cambiaria y su primera reacción a los resultados de los comicios de este domingo, en los que Massa y Milei, con visiones antagónicas sobre el futuro de la política económica en general y la monetaria en particular.

«El mercado cambiario va a seguir tensionado. Aunque casi todos ya dolarizaron sus ahorros, quienes aún no lo hicieron quizás lo hagan. Y hay que ver si los plazos fijos en pesos siguen cayendo para volcarse a los fondos comunes de inversión o a la compra de dólares», dijo este lunes a EFE Leonardo Piazza, director de la consultora LP Consulting.

Las propuestas económicas de Milei y Massa

Milei propone la dolarización como salida a los males de Argentina, en particular a la de la elevada y persistente inflación y en su agresiva campaña electoral no ha dudado en arremeter contra el ya muy depreciado peso argentino.

Este político, partidario de reducir el Estado a niveles ínfimos, recomendó deshacer inversiones en pesos, lo que aceleró las presiones cambiarias en los mercados alternativos -el informal y los financieros- y la salida de depósitos de los bancos.

Massa, ministro de Economía de Argentina desde julio de 2022 y defensor de una recuperación del peso en 2024 gracias a una mejora de la balanza comercial, se animó a jugar fuerte para contener la tormenta cambiaria con medidas heterodoxas que incluyeron la intervención del Banco Central en la plaza formal y financiera y la persecución abierta a las operaciones ilegales de compraventa de divisas.

La incertidumbre de las empresas españolas

También están en juego el futuro de las empresas españolas que invierten en el país sudamericano.

Banco Santander y BBVA, la primera operadora, Telefónica, la principal aseguradora española, Mapfre, y la cadena de supermercados DIA están pendientes de lo que suceda en Argentina, donde emplean en total a 30.300 personas y generan un negocio aproximado a los 5.000 millones.

Las multinacionales españolas con más intereses en Argentina llevan considerando la economía del país como hiperinflacionaria desde el año 2018, cuando la inflación se disparó el 48%. Pero en la actualidad, está ya fuera de control, con incrementos cercanos al 140%.