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Las acusaciones contra Errejón llegan a los juzgados: «Me empujó sobre la cama y se sacó su miembro»
La actriz Elisa Muliaá denuncia ante la Policía Nacional al ya exportavoz de Sumar por acoso sexual y tocamientos no consentidos, mientras que los testimonios de mujeres anónimas que relatan episodios de violencia machista se extienden a una docena
Las acusaciones de comportamientos machistas y presuntos delitos de violencia machista contra Íñigo Errejón se han extendido como la pólvora. Desde que el lunes saltara el primer testimonio en las redes sociales, que han acabado llevando a la dimisión del hasta ahora portavoz de Sumar, se han ido sumando mujeres que reconocían en el relato de la víctima al político, hasta que una de ellas, la actriz Elisa Mouliaá, ha dado el paso de presentar una denuncia ante la Policía Nacional.
La actriz y presentadora madrileña ya anunció el jueves por la noche en sus redes sociales que había sido «víctima de acoso sexual» por parte de Errejón, poco después de que este anunciara su dimisión en una carta en la que contaba que abandonaba la política por supuestos problemas de salud mental y afectivos, asumiendo «errores», pero sin eludir a estas acusaciones.
Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejon y quiero denunciarlo. @RamonEspinar @telediario_tve @laSextaTV @EFEnoticias @cristina_pardo
— Elisa Mouliaá (@ElisaMouliaa) October 24, 2024
Mouliaá ha presentado su denuncia ante la Unidad de Familia y mujer de la Policía Nacional, por un presunto delito de violencia sexual, pues relata tocamientos no consentidos por parte del político, al que le había pedido que parara.
«Actitud dominante» y tocamientos no consentidos
Los hechos tuvieron lugar entre finales de 2021 y principios de 2022, según lo que ha transcendido de la denuncia interpuesta, en una fiesta en el domicilio de un amigo de la actriz. Ella llevaba un año hablando con él por redes, por lo que le comentó, por educación, asegura, si le apetecía ir a la fiesta.
De entrada, ya le sorprendió que accediera y que, cuando iban de camino a la fiesta, comenzara a tener una «actitud dominante«, llegando incluso a hablarle de «reglas», como no alejarse mucho de él durante la fiesta y que le diera un beso. Ya en el ascensor, la agarró fuertemente de la cintura y la comenzó a besar «de una forma violenta, invadiendo su espacio y haciendo que se sintiese muy intimidada», recoge la denuncia.
Pero la situación no acabó ahí. La actriz describe cómo, después que estuviera bailando con un amigo suyo, por «celos», Errejón la cogió fuerte del brazo, la introdujo en una habitación, cerrando el pestillo, le quitó el sujetador mientras le decía «frases lascivas», la empujó a la cama y «se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos. La denunciante recuerda que se sintió paralizada y que no consintió nada de lo que sucedió«.
Finalmente, acabó marchándose con él de la fiesta en coche para ir a su domicilio porque su intención «era que todo lo que estaba sucediendo terminase cuanto antes«. Un trayecto en el que la reacción del político fue «fría e impasible», incluso ante su preocupación por una llamada que recibió de su padre alertándola de que su hija de un año tenía cuarenta de fiebre. Ni siquiera le ofreció la opción de que se fuera a su casa, relata la actriz.
Ya en casa de él, «sin mediar palabra comenzó nuevamente a besarla en los labios mientras le realizaba tocamientos por la zona de los pechos y los glúteos por fuera de la ropa mientras trataba de trasladarla a su habitación», a lo que ella le acabó diciendo: «Íñigo, solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo«.
Mouliaá le cuestionó si no sabía lo que era la seducción y la escucha, a lo que Errejón respondió, según este relato, que le iba a servir para futuros encuentros. Unas palabras que generaron «repulsión y decepción» en la actriz.
Una docena de mensajes que denuncian a Errejón
La denuncia presentada por la actriz es la primera con nombre y apellidos que llega a la policía, pero los testimonios de mujeres que relatan situaciones similares vividas con el político han sido una constante en las últimas horas.
Una especie de movimiento Me Too en el mundo político que podría estar por venir. A raíz de una primera denuncia, las víctimas ya no se sienten solas, sino reconocidas y respaldadas para dar el paso de contar los hechos públicamente. Y es que, en concreto, la periodista Cristina Fallarás ha asegurado que tiene mensajes de 12 mujeres que denuncian hechos similares, además de acusaciones a otros líderes políticos.
Ella fue quien publicó en su cuenta de Instagram, que utiliza para relatar denuncias anónimas de situaciones de violencia machista, el primer relato contra Errejón de una mujer en el que, no obstante, no se le señalaba directamente, sino que se hablaba de un «político muy conocido que vive en Madrid», al que tachaba de «maltratador psicológico» y «verdadero psicópata y verdadero monstruo«.
A partir de ahí, las alusiones al cofundador de Podemos y Más País se fueron multiplicando en las redes sociales. Además, hay que tener en cuenta que hace un año, ya otra usuaria denunció en las redes sociales un episodio de acoso sexista por parte del político, aunque este hilo fue posteriormente eliminado.
Errejón reconoce «hechos moralmente reprobables»
Por ahora, por parte del acusado únicamente ha trascendido su carta de dimisión, llena de eufemismos, en la que aludía a haber llegado «al límite de la contradicción entre el personaje y la persona» y a una «subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo», aunque también asumía «errores que espero contribuir a reparar con esta decisión«.
— Íñigo Errejón (@ierrejon) October 24, 2024
Sin embargo, tanto Sumar, donde era portavoz, como Más País, partido que cofundó, han asegurado que Errejón les reconoció los hechos, por los que les pidieron explicaciones: «hechos moralmente reprobables» y «comportamientos machistas», y una «verosimilitud» en las informaciones conocidas esta semana han sido algunas de las expresiones que han dejado caer ambas formaciones, en el inicio de una tormenta en la izquierda española cuyas consecuencias están por llegar.