La vacuna de Oxford se cobra su primera víctima: un médico de 28 años
Los ensayos clínicos siguen adelante pese al fallecimiento “tras una cuidadosa evaluación de este caso en Brasil"
La vacuna de Oxford ha sufrido otro duro golpe: un voluntario de 28 años ha muerto. Así lo ha comunicado la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa), que se ha negado a dar más detalles. El diario argentino Clarín ha desvelado que se trataría de un joven médico que probaba el producto inmunizador y que residía en Rio de Janeiro.
Pese al fallecimiento, Anvisa ha indicado que se seguirá con el ensayo clínico tras conocerse la noticia del fallecimiento, que fue comunicada el pasado día 19. El rotativo argentino ha recogido de otros medios latinoamericanos que «el hombre fallecido no habría recibido la vacuna de prueba, sino que se le suministró un placebo, aunque no fue confirmado oficialmente».
El joven fallecido formaba parte de la división brasileña de voluntarios que testeaba la vacuna para comprobar sus efectos a corto y largo plazo en seres humanos. En total, el grupo de testeo científico del producto de AstraZeneca cuenta con más de 8.000 personas en el país.
Un portavoz de Oxford le señaló al medio Sky News que las pruebas no se detendrán: “Tras una cuidadosa evaluación de este caso en Brasil, no ha habido preocupaciones sobre la seguridad del ensayo clínico y la revisión independiente, además del regulador brasileño, ha recomendado que el ensayo continúe».
Los reveses de la vacuna de Oxford: melitis aguda en dos voluntarios
Este no ha sido el único revés al que se ha enfrentado la vacuna de AstraZeneca. Dos voluntarios que participaban en el testo en Estados Unidos sufrieron una mielitis adversa. Este hecho provocó que la Universidad de Oxford y Astrazeneca suspendieran entonces sus ensayos globales para revisar las posibles contraindicaciones.
Unos días después reanudaron las pruebas gracias al visto bueno del Organismo Regulador de los Medicamentos de Reino Unido. La situación dejó a los voluntarios de los ensayos de Estados Unidos en el aire, mientras los participantes de Reino Unido, Brasil o Sudáfrica han continuado con las pruebas masivas dentro de la fase tres de la investigación.
Pese a las promesas de que el fármaco llegaría antes de Navidad, la presidenta del grupo de trabajo de vacunas del Reino Unido fue muy realista. Kate Bingham defendió en una entrevista a Sky News que aunque espera que los ensayos clínicos muestren signos de éxito de cara a finales de año, no podía dar garantías.
«Creo que existe una pequeña probabilidad de que podamos tener la vacuna Oxford antes de Navidad», explicó la experta, siempre con tono optimista, pero insistió en que todavía persisten muchas incertidumbres sobre cuánta protección brindan y por cuánto tiempo, lo que se necesitarán más candidatos. “Todavía no hemos terminado”, aseveró.