Guía para no contagiarse en la segunda ola de coronavirus
La Universidad Johns Hopkins analiza seis medidas claves para enfrentar la segunda ola de contagios sin pasar la enfermedad
El coronavirus ha cambiado todos los hábitos, comportamientos sociales y la manera de relacionarnos. Después de múltiples investigaciones científicas desde el inicio de la pandemia sobre su composición y los factores que propician su expansión, la Universidad Johns Hopkins ha creado un informe con consejos para evitar los contagios. Esto cobra importancia ahora que Europa y el mundo se enfrentan a la segunda oleada del patógeno.
En concreto, el informe pone sobre la mesa seis medidas que conviene matizar, como la necesidad de ventilar los espacios interiores o cómo debe ser el comportamiento de los niños en entornos sociales. Las directrices a seguir son universales y advierten de que «es un desafío que va mucho más allá de lo que cualquier Estado, territorio o comunidad puede manejar por sí solo».
También incluye recomendaciones generales para asegurar equipos de protección para profesionales esenciales —como sanitarios o empleados de sectores esenciales— o la petición de cierre de «entornos interiores de alto riesgo donde las personas se congreguen, como bares, restaurantes, lugares de entretenimiento, gimnasios y espacios religiosos interiores, y posiblemente oficinas interiores donde el riesgo de transmisión no se puede reducir mediante esfuerzos de mitigación».
Sistemas de ventilación y métodos de contagio
El mayor riesgo de contagio ha quedado evidenciado que se produce en espacios cerrados y la diferencia entre el riesgo a infectase en un local o al aire libre es muy grande. De hecho, podría ser casi 20 veces mayor. Así, el informe recomienda que se traslade a espacios al aire libre el ocio, el trabajo o la educación. También es importante ventilar constantemente los interiores.
Además, los aerosoles pueden ser un riesgo para el contagio del virus. Las partículas diminutas que se escapan de la boca al toser o hablar quedan suspendidas en el aire. Sin embargo, todavía no se han desarrollado estudios que demuestren que los aerosoles desempeñan un papel aún más importante, lo que obligaría a plantear más medidas dirigidas a combatir esa vía.
Mascarillas y comunicación
El uso de la mascarilla es obligatorio incluso cuando se garantiza la distancia de seguridad entre personas. Sin embargo, hay personas que todavía se resisten a llevarlas o las utilizan mal. Para ello, son convenientes las campañas para concienciar y ayudar a mejorar el cumplimiento de estas medidas. También ayuda aumentar el conocimiento real de la utilidad de la mascarilla, que no es solo para contener la tos, los aerosoles también escapan en masa al hablar, gritar o cantar.
Además, no todas las personas se comportan de la misma manera: las personas mayores son más cuidadosas y se quedan en casa, mientras que los jóvenes aprovechan la apertura de discotecas que permiten las autoridades. Los científicos indican que los líderes del país deben trabajar en estrecha colaboración en el desarrollo de políticas y en su comunicación al público, y recomiendan que «la orientación debe reflejar la experiencia de los científicos sociales”.
La vuelta al cole y los niños
El informe también analiza el papel de los niños en los contagios, dado que ha sido un tema controvertido durante la pandemia. Aunque todavía no está muy claro, septiembre está a la vuelta de la esquina y la presión para resolver la cuestión de la apertura de los colegios va en aumento.
Para que no se repitan ejemplos desastrosos, como el que se dio en Israel —cuando se cerraron las aulas para poner aire acondicionado, perjudicando la ventilación, y se permitió a los niños quitarse las mascarillas, con los consecuentes rebrotes— los especialistas piden más control. La cuestión también gira en torno a qué hacer para mejorar la enseñanza en remoto, un problema que puede ser la perdición para familias sin recursos.
Fumar en la calle
Más allá de las medidas del informe. Otra de las decisiones parar evitar contagios es la de fumar en la calle. El coronavirus ha obligado a prohibir el consumo de cigarrillos en la calle si no se puede mantener la distancia social de dos metros y medio para evitar contagios de coronavirus. Los corrillos de fumadores en calles y terrazas parecen destinadas al ostracismo.
Varias autonomías han decidido poner punto y final a la situación. Galicia fue la primera autonomía en aprobar la medida, lo que desencadenó una ola de reacciones similares en otras regiones que empujó al Ejecutivo central a tomar esta decisión para el conjunto de España.